Capítulo 6

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—Hace dos años eras mejor en esto— estaba ahí en una encrucijada tratando de inventar diferentes tipos de masajes para que ese idiota de Joo Jaekyung pudiera relajarse y a ver si de milagro conseguía dormir, pero era mientras le acariciaba el cuello y luego los pectorales para extender suaves toques por sus hombros que su mirada se cruzaba con la de él sólo para escuchar una queja, cosa que le pasaba muy seguido.

—Hago lo mejor que puedo, disculpe si no le complace— dijo con fastidio y sus toques se volvieron más apresurados cuando se pasó a la zona de las piernas.

—Eres incapaz de cumplir con todas tus responsabilidades correctamente, apenas si me ayudas a relajarme con tus masajes baratos, hay días en los que te quedas dormido y debo prepararme el desayuno. Para colmo sigues usando los jodidos dientes cuando me chupas el pene.

¡Ese descarado! Todo el tiempo con lo mismo.

—¿Eres consciente de que hemos cogido una maldita vez desde que estamos viviendo juntos? — Jaekyung le tomaba tan fuerte por el brazo que odiaba la manera en que lo dejaba sin posibilidades de moverse. Estaba seguro que podría dejarle una marca por apretarle así.

—Lo siento Jaekyung, pero en lugar de pensar en sexo debería centrarse más en su recuperación.

—El sexo ayuda a mi recuperación, no tengo duda de ello.

Y otro que debía estar sexualmente frustrado era él.

En últimos días se pasaba recordando lo cerca que estuvo de ceder ante las provocaciones de Jaekyung cuando lo besó y lo tocó dentro del gimnasio el día de su cumpleaños, debía ser la abstinencia permanente que se había autoimpuesto desde muy joven, pero hasta ahora no había significado un problema estar sin hacerlo con alguien, fue hasta que ese maldito se la metió por primera vez en su vida. Ahora le había provocado un daño mental en el que fantaseaba con las sensaciones que esas manos podían ofrecerle.

—Creo que terminamos por hoy, póngase la ropa, lo ayudaré a llegar hasta su cama.

—No— Jaekyung volvió a sostenerlo, pero esta vez lo hizo por el mentón y lo obligó a mirarlo de cerca—. Quiero tu boca en mi pene, así que hazlo correctamente si no quieres que te golpee— como le desagradaba que hiciera algo como eso, algo como halarlo del cabello y hacerlo bajar hasta su erección que podía aparecer de la nada.

Abrió la boca lo más que le fue posible y con la lengua hizo pequeños movimientos sobre la punta para después dar un par de lamidas de abajo hacia arriba como acababa de aprender en un vídeo porno.

Jaekyung pareció ceder ante la acción porque soltó un pequeño quejido ahogado que le entrecortó la respiración.

Lo más difícil todavía era cuando se lo engullía dentro y sentía eso en su garganta. La acción de subir y bajar por toda la longitud mientras Jaekyung le tomaba por el cabello y lo halaba con fuerza para moverse apropiadamente era lo más complicado de todo.

Fueron largos segundos de succionar, lamer, subir y bajar sobre el mismo punto hasta que Jaekyung se corría en su boca y él como reflejo se apartaba para que el resto del semen le manchara la cara y no tuviera que tragarse todo.

Tosió con desagrado y se limpió los labios.

Jaekyung le sorprendió tomándole por el cabello para decirle con altanería que lo había hecho mucho mejor.

Quería terminar con todo de una buena vez.



Era domingo por la tarde, gracias al cielo su único día libre parecía la mejor oportunidad para poder investigar, pensó que sería buena idea reunirse con el investigador que había estado buscando a su hermano, pero debido a que él no tenía el dinero que Jaekyung podía pagarle, prefirió no contactarse con él.

La persona equivocada (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora