La persona equivocada (Jinx)

Capítulo 18

Se sentía extraño de estar en su departamento, luego de tres meses sin ir muy seguido todo le parecía solitario y casi desconocido. Se había acostumbrado tanto a estar con Jaekyung que ese sentimiento de soledad que le embargaba era lo peor que podía sentir.

Se dejó caer en el piso para mirar la fotografía de su hermano partida por la mitad y ahora podía visualizar a la persona junto a él. Esa absurda dedicatoria de amor que no era más que una mentira.

Sacó el collar con las iniciales grabadas e intentó imaginar a su hermano usando eso ¿En qué condiciones lo habría recibido?

Tenía miedo de estar cerca de Jaekyung, pero también de estar lejos. Lo único cierto es que no había más por hacer que contarle toda la verdad, pero y si... ¿Y si lo odiaba? ¿Y si le pedía alejarse para siempre? Tendría que hacerlo, pero... ¿Qué pasaría con todo lo que sentía por él?

Se abrazó de sus piernas para ocultar el rostro, recordó cuando era niño y Junseo se le acercaba para darle ánimos, su hermano era el único ser sobre la tierra que conseguía regresarle un poco de confianza. Ahora él no estaba y por si sólo debía sobrellevar las cosas.

Su celular empezó a sonar, vio el nombre de Jaekyung en la pantalla y aunque tardó en responder debido a que las manos le temblaban, atendió para oír su voz.

—¿Kim Dan?

—Hola.

—¿Dónde estás? ¿Por qué demonios te fuiste así?

—Surgió un problema.

—¿Es grave?

—No.

—¿Necesitas que vaya por ti a alguna parte? ¿Hay algo con lo que pueda ayudarte?

—No, gracias.

—¿A qué hora llegas? Cenamos juntos, esperaré.

—No es necesario Jaekyung, creo que no podré regresar hoy.

—¿Qué? ¿Por qué? —porque no se sentía listo, porque no podría siquiera mirarlo a los ojos.

—Porque debo solucionar cosas en el edificio donde rento un departamento.

—¿Tan grave es? ¿Pues qué pasó?

—Es algo entre los vecinos, de hecho, ya están llamando a mi puerta. Debo ir.

—Espera...— Jaekyung guardó silencio, Dan pudo escuchar su respiración a través de la línea—. ¿Mañana volverás?

El corazón se le estrujó ante el tono de su voz, claro que quería volver, pero la simple idea de contar todo, le estaba volviendo loco y no sabía ni por dónde iba a comenzar. Necesitaba poner en orden sus pensamientos y ser capaz de admitir todo lo malo que había hecho.

—Claro que sí.

—Entonces te esperaré antes de ir al gimnasio ¿Está bien?

—Lo intentaré.

—No digas que lo intentarás. Di que estarás aquí para irnos juntos.

—Ahí estaré— mejor terminó con la llamada. Esas últimas palabras le habían salido con la voz entrecortada y no pudo seguirse conteniendo, empezó a llorar por todo lo que le estaba pasando, ya era demasiado.

La muerte de Junseo, la de su abuela, enamorarse de una ilusión y descubrir al verdadero responsable de la muerte de su hermano que venía para echarle varias verdades en la cara haciéndole ver que él no era el más inocente del mundo.

Apretó el teléfono con fuerza y término por apagarlo después por miedo a que Jaekyung volviera a llamar.

—¡Dan! — Yoon Gu lo recibió con sorpresa, pasaba de las 8 de la mañana y su amigo parecía estar despertando por su culpa, por la forma incesante en la que tocó su timbre hasta que le abrió—. Entra. Ayer me quede muy preocupado ¿Qué demonios pensabas al colgarme así?