Capítulo 12

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—¿A caso te volviste loco? ¿Qué demonios está pasando por tu cabeza Kim Junseo?

—Quiero dejar de ser parte de esto, si Jaekyung quiere tener sexo ese día y si en serio su superstición influye en el hecho de perder o ganar una competencia que vaya y haga lo que quiera, yo no quiero seguir mintiendo. Estoy cansado de hacerlo.

—Prometiste que estarías ahí para vigilar— Heesung estaba mostrando una faceta desconocida, él había llegado a su casa para intentar hablar con calma porque ya no se sentía capaz de interferir en la victoria o derrota de Joo Jaekyung, él era una buena persona. Era alguien que obviamente le había confiado cosas importantes y sabía tanto sobre él que estaba asustado de hacer algo que pudiera afectarlo.

Aquello que pensó, sería una conversación rápida y directa se había convertido en una discusión que escaló hasta dimensiones inexploradas.

Por primera vez, Junseo, tenía miedo... miedo de Heesung.

—Se lo que dije, pero intenta ponerte en mi lugar. He pasado tiempo a su lado, he aprendido sobre él y he conocido al ser humano detrás del atleta que persigue el triunfo.

—¡¿Le tomaste simpatía?! — Heesung lanzó una lámpara al suelo y se acercó para acorralarlo sosteniéndole por los hombros—. ¿O qué demonios está pasando? ¿Ahora te gusta? ¿Te cogió mejor de lo que yo lo hago?

—¡¿Qué?! — Junseo trató de moverse, fue imposible. Heesung aumentaba la fuerza para sostenerlo y daba pequeños estrujones—. Yo no tengo nada con Joo Jaekyung más allá de una amistad.

—Vaya, ahora son grandes amigos— el alto parecía lanzar fuego a través de su mirada—. ¿Se te olvida que yo fui quien pagó tus deudas con los prestamistas? Gracias a mí, esos sujetos dejaron de seguirte. ¿Se te olvida que he pagado facturas en el hospital de tu abuela?

—Eso fue... lo hiciste porque querías ayudarme.

—Claro que sí, pero vivimos en un mundo en el que la ayuda no es gratis. Ya deberías saberlo— cuando Heesung finalmente lo soltó, él se derrumbó sobre el suelo debido a que sus piernas estaban temblando por el pánico.

—¿A qué te refieres?

—La ayuda debe ser mutua; te ayudo, me ayudas. No tenías que hacer demasiado Junseo. Gran idea encariñarte con el enemigo.

—Jaekyung no es mi enemigo.

—Pero el mío sí.

—Es tu oponente, eres un atleta, tu ética profesional debería llevarte a reconocer la diferencia entre rival y enemigo.

—Es mi enemigo y punto. Y tu decidiste ser su amiguito. Eres mi novio Junseo, con un demonio.

—Cuando todo comenzó creí que en verdad era coincidencia, pero ahora creo que fui el medio para saciar tu obsesión. Tengo meses dándote información de Jaekyung, entonces tu ayuda no fue desinteresada ¿Qué soy para ti Heesung? — su corazón se llenó de tristeza, ya no confiaba en él. Ya no podía verlo con los mismos ojos, era como si los sentimientos que construyeron juntos durante un año, estuvieran siendo derribados dejando al descubierto todas sus fallas.

—Te ayudé porque te amo, pero esperaba mucho más de ti. Una pareja debe apoyarse en las buenas en las malas y justo ahora me estás dejando en las malas de la peor forma.

—Tu no me amas Heesung.

—Jaekyung es mi enemigo, no puedo aceptar la idea de que ahora es más que mi oponente en el ring, ahora resulta que se le ocurrió ilusionar a mi novio.

La persona equivocada (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora