Acecho (Itanaru)

Capítulo 13

Itachi con sigilo lo siguió, al llegar a la aldea lo vió encontrarse con su prometida quien se colgó de su brazo siendo presumida y soberbia con el resto de las chicas, apretó el ceño al verla besar a su rubio, era suyo maldita sea, su cuervo aún no conseguía nada importante para deshacerse de la chica, tronó su cuello con fastidio; Naruto por su lado sintió molestia al sentirse como un trofeo recordando las palabras de Itachi -Naruto-kun, te dí nuevos juegos de ropa que estoy segura te quedarán increíbles, esa ropa es la misma que tienes desde hace años, ¿qué dirá la gente? -"el qué dirán"" tratarán de cambiarte", "un trofeo", Naruto la vió con duda, ¿Hinata entonces era una mujer hueca? -¿cómo qué dirán?, así me conociste -la dulce azabache sonrió tomando su mano suavemente -la gente cambia con el tiempo Naruto-kun, ¿no lo crees?, hay que evolucionar -el Uzumaki se puso nervioso, disimuló su ansiedad, quitó su mano con una sonrisa ligera -supongo tienes razón, quedé con un amigo de ir a su casa, ¿no te molesta o sí? -Hinata sonrió quedito -no te preocupes, Kiba quiere que lo acompañé por unos cachorros al corral de su tío -Naruto sonrió con duda, "no tienen suficiente y comienzan los engaños", negó con fastidio, se estaba mentalizado, Kiba también era su amigo, asintió recibiendo un beso de la chica en los labios, en cuanto esta se dió la vuelta con su chamarra limpió su boca nuevamente; Itachi observó al Inuzuka con cuidado, detalló en cómo veía a la Hyuga, pensó con cuidado las cosas, mordió su mejilla, oscureció su mirada, un pequeño empujón sería suficiente.

-Rubio -Naruto giró su mirada azul con duda, sonrió -Shikaaaa, ¿cuándo volviste? -el Nara sonrió -ayer por la tarde -¿cómo va todo con la boda?, ya recibí mi invitación, ¿creí que irías a entregarla con Hinata? -el Uzumaki apretó el ceño con molestia -¿Qué demonios? -giró su mirada hacia Hinata que ya iba bastante lejos con Kiba a su lado -¿Sucede algo rubio? -Naruto talló con molestia su nuca -sí, me siento excluido de mi maldita boda y futuro -el Nara lo vió con duda y sorpresa -¿de qué hablas? -el Uzumaki suspiró con fastidio -Hinata no me ha dejado ayudar en nada de los preparativos de la boda, dijo que su padre ya había elegido la casa y escogería ella los muebles, que si era por mi acabaría todo en naranja, ahora me compró ropa que porque la gente cambia, dijo que "¿qué dirá la gente de mí?" -

Shikamaru apretó el ceño con molestia -oye rubio, eso no está bien, deberías hablar con ella -Naruto talló su cabello con fastidio -ya lo hice, no me escucha, con esto me estoy dando cuenta que literalmente Hinata es una mujer hueca, demonios -el Nara lo vió con cuidado, no era una palabra que su amigo usara definitivamente -hablemos después, tal vez más tranquilo pueda entender la situación adecuadamente, pienso que no debes acelerarte -Naruto asintió con frustración -debo irme, no estoy de humor -Shikamaru abrió sus ojos bastante, era la primera vez que veía al Uzumaki de esa forma, sonrió, eso estaba bien, reprimía bastante sus sentimientos por ser aceptado por todos, Hinata no era mujer para él, esperaba se diera cuenta antes de cometer el error más grande de su vida, suspiró con fastidio, hablaría con él después.

…..

Itachi veía las fotos de su habitación con cuidado, su mirada se veía perdida en ello, se acercó levantando su mano, acarició suavemente una de esas fotos, giró sus onix hacia la entrada de su habitación, sonrió ligero -¿creí que tardarías más? -avanzó con tranquilidad hacia la entrada evitando sutilmente que avanzara más, el rubio tenía la vista baja -me enteré que Hinata repartió las invitaciones de la boda con su padre -Itachi con algo de atrevimiento levantó su mano, con su dedo índice levantó su barbilla suavemente -no debería ser así, tú tenías que estar en ese proceso, es tu boda, ¿no es así? -

Naruto apretó el ceño -no siento que sea mi boda, me siento ajeno a todo -el rubio levantó su mirada dejándose guiar por el dedo del mayor, observó sus penetrantes ónix, sintió un segundo dedo acariciar su mejilla suavemente, disfrutó su toque, su corazón latía con fuerza -¿Sabes?, si fueras mi pareja me sentiría orgulloso de compartir cada momento del proceso de la boda contigo -el rubio lo vió perdido con un sonrojo evidente, su corazón latía con fuerza -¿no la amas verdad? -el Uzumaki bajó su mirada con vergüenza, esa tensión entre ambos era agradable, Itachi siguió acariciando su rostro con su pulgar disfrutando su suave piel -en la guerra su primo dió la vida por proteger la mía, le prometí que cuidaría a Hinata, era uno de mis mejores amigos -el Uchiha levantó una ceja ahora entendiendo todo, su noble corazón era la causa -te pidió cuidarla, no casarte con ella, ¿cómo llegaste a esto?-

El rubio apretó ligeramente el ceño -todos mis amigos comenzaron a presionar, Hinata me ama desde que somos niños, comencé a sentir la presión de ellos, de la aldea, ¿ya sabes?, que bonita pareja hacen, ¿por qué no le das una oportunidad?, después vino lo de Toneri y la luna, pensé que tal vez -levantó un puchero dolido -Tal vez podía ser feliz a su lado -el Uchiha lo observó con seriedad -pero a ti ella ni siquiera te gusta y eso es bastante obvio -Itachi acarició suavemente su mentón rozando sus labios, Naruto lo vió algo hipnotizado disfrutando sus caricias, observó los labios del mayor por un segundo, negó -no me gusta, pero ya dí mi palabra-

Itachi bajó su mano soltando su rostro, el rubio sintió dolor en esa acción, sus azules lo vieron con duda -déjala, ¿tu palabra vale más que tú felicidad? -Naruto abrió sus azules bastante, Itachi avanzó hacia el jardín dejando al pequeño parado en el pasillo analizando sus palabras, cuando reaccionó lo siguió con velocidad observando que las herramientas de jardinería ya estaban en el pasto, sonrió quedito, se sentó frente a las flores sintiendo la mirada ónix sobre él, sonrió sintiéndose cohibido, giró sus azules hacia el mayor, Itachi sonrió quedito, no quería presionarlo, le ordenó dejarla, vió su reacción, no era momento aún de presionar, lo vió acomodar un mechón de su cabello tras su oído con una mirada tímida hacia él, nuevamente coqueteaba sin darse cuenta, el Uchiha disfrutaba esa linda acción, entró en la casa, salió con un poco de té de limón con hielos para ambos, se sentó a su lado observando lo que hacía el pequeño con las flores.