Acecho (Itanaru)

Capítulo 40

-Ita mis ojos no se abren ttebayo -Itachi apretó el ceño con duda al escuchar su susurro, jaló de su mano y lo acomodó en sus brazos, Sakura lo vió con duda borrando su sonrisa, se acercó con preocupación, activó su ninjutsu médico, Itachi se angustia -¿Qué sucede Sakura-san? -la chica negó revisando su cuerpo -su chakra se siente extremadamente bajo -la vieron con seriedad esperando una respuesta, las reservas del Uzumaki eran enormes aún sin los bijus -Sakura-chan, no puedo -susurró con debilidad, el hokage apretó su agarre con ansiedad, la pelirosa pasó sus manos por su cuerpo, abrió bastante sus ojos -esto no está bien, ¿desde cuándo presenta esos cambios en su cuerpo Itachi-sama?, había visto que sus facciones eran cada vez más delicadas, no tome importancia, creí que él mismo se arreglaba -el hokage apretó el ceño con angustia -mencionó que desde la guerra su cuerpo había cambiado, el tema aún es delicado para él -Sakura mordió su mejilla con duda -vayamos al hospital -Naruto abrió con debilidad sus gemas -no… quiero… Ita… quiero ir… a casa -Itachi apretó el ceño, lo abrazó con cariño -¿Qué es lo que le pasa a Naruto, Sakura? -kakashi preguntó angustiado -la chica negó sintiendo las miradas -no entienden, necesito sacar lo que tiene en su interior o puede peligrar su vida, no es normal, no debería estar ahí, ya comenzó a absorber su chakra, si sigue así lo matará -la vieron con duda -¿Qué es?-

La chica talló su frente con ansiedad -no sé qué sucedió o cómo sucedió, tal vez el chakra biju, no sé -la vieron con duda, la chica suspiró con ansiedad -tiene matriz y está fecundada -abrieron bastante sus ojos en shock -tiene cuatro meses aproximadamente -los ónix del hokage se abrieron bastante, sintió su corazón latir con fuerza, no habían pensado en la posibilidad de tener hijos, mordió su mejilla con angustia, bajó su mirada a su rubio, no quería perderlo -¿no hay más opciones? -Naruto abrió sus azules con debilidad, apretó el chaleco jounin de su pareja -quiero ir a casa -la mirada azul le suplicaba irse, Sakura tomó la mano de su amigo -Naruto, debemos hacerlo, entiendo que… -el rubio negó, enterró su rostro en el pecho de Itachi -no… quiero… tal vez es la única… posibilidad… -entendieron, quería al bebé, podían entender, era huérfano, quería familia -Naru, tu vida… -los azules se elevaron, se veían desesperados, Itachi levantó su mirada con seriedad viendo a todos, era evidente que estaban preocupados, giró su mirada a Sakura pensando -Ita… quiero irme… -el rubio no quería darle oportunidad a pensar a su pareja, su hombre era demasiado práctico, no quería sus conclusiones; el azabache sabía el porqué de su insistencia, asintió -iremos a casa, Sakura-san, preparé todo para instalarlo en nuestro hogar -la Haruno cerró sus ojos con frustración, asintió, Kakashi analizaba -Naruto, piénsalo bien, puedes morir, ya lo dijo Sakura, Itachi… -el rubio se cabreó, afiló su mirada -no quiero… quiero a mi bebé… Ita… -el azabache asintió, en un shunshin salió del lugar, Shisui y Sasuke se retiraron con seriedad, Itachi era demasiado hermético y no conseguirían más, Sakura, Lee y kakashi salieron con seriedad analizando la situación.

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Itachi veía con cuidado a su pareja aferrado a su cuerpo, bajó su mano, acarició suavemente su abdomen, besó con amor su mejilla -te amo -Naruto abrió sus gemas levemente -también… te… amo… -el Uchiha subió su mano suavemente por el cuerpo del rubio en una caricia delicada -no quiero perderte -el Uzumaki apretó la playera de su hombre -no lo harás… seremos una… familia… Kurama, ayudará -Itachi suspiró quedito con angustia, besó sus labios suavemente recibiendo una sonrisa cansada del rubio.

Había bajado el genjutsu en su casa ahora que no había un peligro descarado, ocupaba atención su rubio, el timbre de la residencia sonó, se levantó con tranquilidad arropando a su pareja, caminó lentamente hacia la entrada, al abrir la puerta Sakura e Ino estaban en la entrada con Kakashi a sus espaldas, se hizo a una lado para que entraran; en cuanto el grupo entró fue evidente la pintura en la pared, la casa era el reflejo de la personalidad del rubio mezclada con la de Itachi, había demasiada luz a pesar de la sobriedad del lugar, ese cuadro era la representación de ambos, sonrieron al ver la devoción del kage al Uzumaki, siguieron en silencio a Itachi por la tradicional propiedad, las paredes del pasillo estaban llenas de fotos de la pareja disfrutando su vida, citas, caminatas, sonrisas, era evidente la felicidad de ambos, Sakura e Ino veían con corazones en los ojos a la pareja.

Al llegar al cuarto abrieron bastante los ojos al ver la pared dedicada al Uzumaki, rodeada de fotos de la pareja, tal vez era algo aterrador, había fotos que el Uchiha había tomado a la distancia evidentemente, abrieron los ojos al entender que el kage era un evidente acosador, eso le importaba poco a Itachi, giraron su mirada viendo al Uzumaki dormir en cama con un pequeño short y una blusita. Ino sacó los aparatos médicos de un pergamino y Sakura comenzó a conectarlo -¿por qué no quiso ir al hospital?, es más seguro en ese lugar para él -Sakura negó -nunca le han gustado -Kakashi suspiró angustiado -ha pasado demasiadas veces por ese lugar, le tomó tirria -Itachi escuchaba con cuidado, aún le faltaba conocer más de su pareja -¿qué es lo que haremos Sakura-san? -giraron su mirada al kage viendo su seriedad, la pelirrosa suspiró con ansiedad -mandé una carta a mi maestra, necesito su opinión y experiencia, esto es nuevo para todos, el cuerpo del hombre no tiene la resistencia para soportar un embarazo, son cuerpos distintos el de mujer y hombre, a pesar de que el hombre tiene más fortaleza física, el de la mujer está hecho para procrear y soportar el desgaste del embarazo, pienso que por eso tiene tanto sueño, cualquier otro hombre sin dudar hubiera muerto ya, pero Naruto gracias a sus reservas Uzumaki y su posición como jinchuriki tiene chakra sobrado y energía de más -asintieron -¿el bebé? -Sakura lo vió con seriedad -el bebé está tratando de adaptarse y tomar lo que necesita, es niño -Itachi sonrió ligero al escuchar que trataba de vivir también su hijo, ¿su hijo?, sonrió, se sentía bien, nunca antes había deseado familia, tomó la mano de su rubio, la besó con amor, los tres espectadores vieron con sorpresa la devoción y amor con el que trataba a Naruto, sonrieron al ver que había encontrado el rubio a un gran ser humano como pareja.