Capítulo 26

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Fugaku pensaba, ¿cómo demonios iban a superar esto?, su clan estaba en la cuerda floja, nunca creyó que esto podía ocurrir, maldecía a Kakashi y al maldito Daimyo, estrelló sus puños en el escritorio -tienes que hacerlo, no hay otra solución, el clan es primero -el líder abrió bastante sus ónix -¿Cómo dices eso de esa forma?, es mi hijo maldita sea -el extraño apretó el ceño -un hijo que traicionó a su clan, es preferible verlo en una tumba, ¿a caso eres débil? -Fugaku estrelló su puño en el escritorio -maldita sea, no lo soy, pero es difícil, no tengo hielos en las malditas venas cómo tú-

El extraño se sentó en la silla frente al escritorio -sino puedes hacerlo, me haré cargo -el líder se levantó aventando la silla -no lo harás tú, ese es mi trabajo, detesto cuando usas ese tipo de palabras para conseguir lo que quieres, debería matarte a ti -la risita del extraño burlona ponía en extremo cabreado al Uchiha -no puedes, sin mí no eres nada, recuérdalo -la silla se recorrió, Fugaku observó a este personaje levantarse con seriedad, aventó todo sobre su escritorio con frustración -aaaaaahhh maldita seaaaaaaaa -peinó su cabello dejándose caer sobre su silla, respiraba agitado, la mirada del intruso se plantó sobre el líder -eres débil -el patriarca abrió sus ojos bastante viendo salir por la puerta a esta persona, ¿por qué demonios nunca podía complacer y recibir esa mirada que tanto buscaba de aceptación?-

…..

Naruto masajeaba la espalda tensa de su novio -¿crees que hagan algo? -estaba preocupado, Itachi suspiró disfrutando sus pequeñas manos en su cuerpo, sonrió al ver su interés y preocupación, se sentía amado, era tan distinto estar a su lado -sí, no tienen muchas opciones, están desesperados -el Uzumaki mordió sus labios con miedo, bajó su rostro, besó con cariño su espalda, el ex Uchiha giró sus ónix hacia su pareja, la mirada de su rubio se veía angustiada -no te preocupes hermoso -el rubio se dejó caer en su espalda, lo abrazó con miedo, el Uchiha sonrió disfrutando su calor -no me digas eso Ita, me angustio y punto, eres mi pareja, ¿no es así? -Itachi sonrió complacido dejándose abrazar, besó la palma de su mano que rodeaba su cuello con amor y adoración -¿me quieres? -Naruto sonrió lindo al ver cómo besaba su mano con delicadeza, besó suavemente su hombro y su cuello -demasiado -ese susurro en su cuello erizó la piel del ex Uchiha, su corazón latía con fuerza, jaló de su mano su pequeño cuerpo, el rubio rió con diversión al ser colocado bajo el cuerpo del azabache, ambos se vieron a los ojos con intensidad, Itachi besó suavemente sus labios sin cortar la mirada, sus corazones latían con fuerza, el ex Uchiha tomó valor, necesitaba expresar lo que sentía, que supiera cuánto lo quería y lo necesitaba -te amo -Naruto abrió sus azules demasiado, era tan diferente al vacío amor que Hinata le profesaba, este se sentía real, su corazón quería salir de su pecho al ver su mirada intensa llena de sentimientos, sonrió con cariño besó sus labios suavemente en un piquito, susurro en sus labios -yo también te amo -Itachi sonrió ligeramente mostrando sus dientes, un brillo especial reflejaban sus ojos, el rostro del rubio se hizo aún más rojo de lo que estaba.

El ex Uchiha tomó sus labios suavemente en un beso ligero, coló su lengua disfrutando el sabor y textura de su pareja, Naruto recibió con agrado sintiendo con gusto sus labios en los suyos, el beso se hizo rápido, necesitado, las manos del azabache comenzaron a recorrer su cuerpo suavemente, ya no quería separarse de él, quería amanecer a diario con su calor, sus besos, su amor -múdate conmigo -susurró entre besos que volvían loco al Uzumaki quien sonrió ligeramente disfrutando sus atenciones -ya casi vivo aquí, ¿de qué hablas? -Itachi sonrió continuando con sus besos -trae tus cosas, quiero dormir a tu lado y despertar contigo de esta forma a diario -Naruto lo observó un segundo recibiendo sus besos -¿Hablas enserio?, No molesto mucho? -Itachi negó con una suave sonrisa rozando sus labios -me encantas, tú nunca molestas, además, esta casa la elegimos y amueblamos ambos, ¿no es así? -Naruto sonrió con cariño -si quiero -el mayor sonrió nuevamente con emoción, besó sus labios en un beso demandante, el Uzumaki se dejó hacer feliz, su corazón latía con fuerza, ni siquiera con Sakura que por años pregonó que la amaba sentía esto, su corazón nunca latió por ella, por Hinata menos, esto era único y especial, era amor de verdad, Itachi sentía que por fin tenía sentido su vida, por fin conocía ese sentimiento llamado felicidad, ya no se sentía vacío con su rubio a su lado.

Acecho (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora