Una nueva invitada

Capítulo XX

                             『••✎••』
Gabriel se quedó solo en su Oficina.
Mientras acariciaba el puente de su nariz, intentando calmar el dolor de cabeza que aumentaba poco a poco, apareció nooro, el cual había escuchado todo.

— Maestro ¿Se encuentra bien?

— No se nooro, por que nunca me di cuenta, sabía que Nathalie sentía una fuerte admiración por mi, pero jamás crei que llegaría a... Esto.

— Necesita hablar con ella.

— Lo se, pero no tengo el valor... Y ni siquiera se si puedo corresponderle.

Nooro lo miro, intentando que se diera cuenta que ya no tenía excusa, desde hace tiempo ya no usaba su miraculous, ya no intentaba regresar a Emilie; en cambio se acercó más a Nathalie, al punto de que ella vivía en su casa, ella tomaba todas las decisiones sobre Adrien e incluso ella era la única despued de Lia, el  abrazarlo sin permiso.

Pero aunque Gabriel es consciente de esto su respuesta fue.
— Sigo amando a Emilie.

— Señor pero...

— Emilie sigue siendo mi esposa y la única mujer en mi corazón y se la forma en la que me comportó con Nathalie, se la forma en la que le sonrió, en como le puse un apodo, en cómo dejó que me llame Gabriel, en como paso mi tiempo libre con ella...
Derrepente pareció que Gabriel se perdió en sus pensamientos.

— Se que ella es muy interesante, importante, inigualable, la única capaz de complacerme, la única que sabe todo de mi, y que que lo sabe no sólo por su trabajo, si no también por que es dedicada... Y hermosa, no sólo físicamente, si no, tiene un alma hermosa...

Gabriel salió de su mini trance y se dio cuenta de la sonrisa que puso inconscientemente mientras hablaba de ella.

— Nooro, tal vez...

— Si, Maestro.

— No olvidalo ,necesito pensarlo mejor.
Mientras decía esto sacudió la cabeza, intentando que la idea de ver a Nathalie de una forma más que amistosa, se fuera.
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— Te dije que era una mala idea niño, ahora Nathalie me odia.

Lia y Adrien se habían encontrado en la entrada de la mansión, y seguirán discutiendo sobre su plan, que en parte iba bien pero por la otra era un desastre.

— No es para tanto.

— Niño, me jalo del pelo y me trato como si fuera una cualquiera.
— Para mi eso es odiar a alguien.

— Bueno, si lo dices así tal vez, pero Nathalie es muy buena persona.
Adrien sonrió inocentemente.

— No sabes en lo que se puede convertir una mujer cuando está celosa.
— Te lo dijo por experiencia.

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Y la mujer que estaba en boca de todos dentro de la mansión Agreste, esta en su habitación, llorando un mar de lágrimas, con un vacío en el pecho y unas ganas de desaparecer todo lo que siente por su jefe, con ganas de hacerle justicia a su apellido y ser una persona sin corazón.

— Por que , por que yo...

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