Naz Evans.
Miraba en techo con la mirada completamente perdida tirada en el suelo de la sala con una pijama corta y despeinada pensado si lo llamaba y me disculpaba, pero me vería como estúpida que le estuviera rogando, así que no.
— Naz, métete en la cabeza que solo quiere jugar contigo que solo te verá como una más de la colección...— hable en voz alta.
— Sabe cuál es problema que tienes Naz— hablo Sule desde la cocina— que cada vez que tiene la oportunidad de hacer algo bien lo termina arruinando, además nadie desea la felicidad de otra persona.
— Eso lo sé bien, pero tú viste las fotos...
— Pero te beso y no te dijo para ser otra cosa o si?.
El beso, me beso suavemente sin apuro, pero un poco ansioso no lo niego, me dejé llevar un poco, solo con creerlo sonreí tontamente. Solo tengo que seguirla el juego y ver hasta donde llegara, Sule se sentó a mi lado con mi teléfono en sus manos.
— No lo estás llamado Sule...
— Sí, tenía que ver la tonta sonrisa que tenía para qué suspira que te gusta ese tío aunque lo niego siente algo por él— declaro Sule señalado mi rostro.
Sule puso mi teléfono el alta voz para que yo escuchara.
— Aló?.
— ¿Que quieres Naz?— gruño él, entorne los ojos aun sabiendo que él no me veía.
— No es Naz, es Sule quiero hablar contigo.-Supongo que tu mejor amiga te dijo que me llamaras...
— No, no le dije a Sule que te llamara ni que fuera tan importante. Me voy a dormir Sule buenas noches.— hablé con enfado.
Sule me tomo de la mano y me hizo seña de que me quedara— No, ella no me dijo que lo hiciera si fuera así te juro que estuviera chillando de alegría.
— Bueno, ¿dime Sule que necesitas?.
— Ven a departamento de Naz.
— Esa amargada me odia no iré donde no me quieren... Sule Bufo y me miro con ganas de acabar conmigo— Joder Ian, te diré como controla a esta tía.
— ¿Que coño Sule?— chille. El resoplo— De acuerdo iré...
— Nos vemos aquí.
Él colgó la llamada, paso una hora y estuve viendo por la ventana de mi habitación él había llegado en su moto, se estaba quitando el casco mientras lo miraba enfadada, tome mi teléfono y tenía un nuevo mensaje de ese número desconocido.
¿?:Un lugar, una hora, dos chicas...
Naz Evans eres mesera del Café Jardín de Estrella.
Solté mi teléfono causando que cayera en el suelo, me lleve la mano a la boca, estaba sorprendida, recogí mi teléfono y lo lance en la cama, me relaje dirigiendo a la cocina.
— Naz ya llego Ian— anuncio Sule desde la puerta.
Me serví un vaso de agua e ingerí un poco.
— Nazlii— chillo Sule.
— Por Dios, ya voy...
Me dirigí hacia la sala y Ian estaba sentado en el sofá me miro de arriba abajo, exhibió una sonrisa juguetona, me miré y me acordé de que tenía ropa corta.
— Joder, eres un asqueroso.
— Solo por verte de arriba abajo, no tengo la culpa de que lo fuera hecho a propósito— declaro el mirándome a la cara.
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¿A Donde Vamos?
Teen Fiction¿Que persona no tiene secretos?. Algunos mentimos para no salir lastimados o nos escondemos en la oscuridad para pasar desapercibidos como Naz, esa chica que le fascina la soledad y adora ser invisible para algunas personas, la que crea su propio mu...