Contrato de Amor-KOOKTAE [Adaptación]

Especial #1

Pov Jungkook.

CINCO AÑOS DESPUÉS

Como cada mañana desde hace algunos años despierto en la comodidad de mi cama con mi bello esposo a mi lado, siento su calor invadir mi cuerpo y su mirada sobre mí, no hay mucho qué ver pues hemos comenzado a dormir con ropa, los niños se han hecho demasiado curiosos y sus preguntas son bastante incomodas, siento su cuerpo moverse un poco quedando ligeramente sobre mi.

—Sé que estas despierto.— Susurra en mi oído provocándome cosquillas.

Sonrío cuando siento sus labios en mi mejilla, rodeo su cintura y giro en la cama dejándolo debajo de mi cuerpo, me acerco a su cuello acariciando suavemente con la nariz.

—Buenos días amor.—.Beso su cuello.

—Hola amor.— Sonríe. —Me encanta cuando despiertas más cariñoso de lo normal pero creo que si tus hijos nos ven así podríamos causarles un trauma.

—Posiblemente, yo pasé por eso y créeme, no es nada que un buen psicólogo no pueda arreglar.—Ambos comenzamos a reír, pasa sus brazos por mi cuello y me acerca para unir nuestros labios en un lindo beso.

—Te amo y por muchas ganas que tenga de quedarme aquí contigo y hacer el amor no podemos, es el primer día de clases y les prometiste llevarlos.—Hice un puchero y asentí.

—¿Ni un rapidín?, uno chiquito.—Tae volvió a reír mientras negaba y trataba de escapar de mis brazos.

—No señor Jeon, debe llevar a sus hijos al colegio y después ir a hacerse cargo de su empresa, andando.—Nos levantamos con muy pocas ganas.

Tae se puso un suéter de lana que en algún momento fue mío pero que se le ve perfecto a él.

Dejó un ultimo beso en mis labios con un “te amo” y salió de la habitación, suspiré y entré al baño para tomar una ducha.

Han pasado seis años desde que ví a Tae por primera vez, acabamos de cumplir cinco años de casados y sigo sintiéndome con un chiquillo de catorce enamorado, salgo del baño con una sonrisa y sobre la cama veo el traje favorito de Taehyung perfectamente planchado con una corbata verde a juego, termino de secar mi cuerpo y me pongo el traje que escogió mi esposo para mí.

A lo lejos escucho risas y uno que otro grito, son de mi princesa, debe estar jugando, es increíble como esa niña tiene tanta energía tan temprano.

Termino de arreglarme y salgo de la habitación para ir a buscar a mi hija, me acerco a la puerta de su habitación y parece susurrar y hablar con alguien, abro la puerta y no la veo por ningún lado, eso solo significa una cosa.

—¡Papi!—Grita detrás de mi al salir de su armario.

—Princesa, ¿Estabas en una guerra?—Ella negó.

—Estaba escondiéndome del gran dragón.—Reí divertido y ella se molestó.

—No te rías papi, el gran dragón pudo conmigo y me obligó a usar esto.—Señaló su uniforme con un tierno puchero.

—Bien, a la próxima llama a tú caballero para que te rescate.—Dije sentándola sobre la cama para poder ponerle los zapatos escolares.

—¡Lo hice! y tu nunca viniste.—Se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

—De acuerdo, lo siento, prometo comprarte un helado si me perdonas.—Se lo pensó unos segundos y terminó por aceptar. —Bien, ahora ve abajo, voy por tú hermano.—Asintió y salió de su habitación.

Suspiré con nostalgia, parece ser que apenas ayer era una bebé que dependía totalmente de mí, salgo de su habitación para ir en busca de mi bebé Mark, a diferencia de su hermana, Mark es un niño mucho más serio y maduro que mi Hanna.