Especial #2

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YOONMIN.

Pov Jimin

He estado por ocho largos años en una celda, mis días eran demasiado entretenidos a decir verdad, me hice amigo de dos chicos agradables, Kyung y Baek, gracias a ellos pude sobrevivir en este lugar, además, Yoongi estaba a mi lado.

En fin, mi novio y yo estamos por salir de este lugar y me voy en paz ya que sé que he pagado por el daño que he causado, me voy tranquilo al saber que puedo tener una buena vida a lado del hombre que amo.

Me levanto del suelo frio y comienzo a recoger lo poco que tengo, son solo tres pequeños regalos que Yoongi me dio, un anillo de madera que hizo en su taller de carpintería, una pulsera de hilo de colores y un llavero en forma de corazón, sonreí al recordar los días en que me dio esos regalos, uno por cada año juntos.

Para empezar, fue difícil para nosotros formalizar la relación, sentía que él me había traicionado y me era difícil confiar en él, había días que no podía ni verlo y sin embargo siempre estuvo para mí cuando lo necesité, después de conocer a Baek, me contó que su prometido Chanyeol era un buen psicólogo, que él podría ayudarme y acepté.

Chanyeol me dada terapia tres veces por semana gratis en los días que venía de visita, realmente me ayudó mucho.

Gracias a la ayuda de Chan, comprendí que Yoongi siempre vio por mi bien, que lo mío con Jungkook  fue una obsesión y que todas las veces que hice mal y cometí errores tenían un origen, el abandono de mis padres.

No era un secreto, incluso yo lo sabía y siempre evité pensar en ello, pues creí que nunca podría afectarme tanto porque yo era feliz cuando Yoongi me encontró y no pensaba en esos señores.

Yoongi me enseñó muchas cosas, robé con él por primera vez, juntos distribuimos drogas y juntos hicimos muchas cosas de las que ahora nos arrepentimos, en esos días, Yoongi tenía un amigo policía que nos cubrió siempre y es por eso que no le temíamos a nada.

Gracias a Yoongi pude estudiar, gracias a él aprendí a valerme por mi mismo e ir a la universidad, ahora que lo pienso no sé qué tenía en la cabeza para perderlo de esa manera, por un capricho.

Jungkook fue mi capricho, nunca pude aspirar a tener algo tan grande, yo era un simple mesero que robaba para poder comer y pagarse un lugar para dormir, que era mantenido por Yoongi.

Cuando ví a Jungkook en el restaurante pensé; ¿Cómo alguien como Jungkook podría fijarse en mí?, obvio, era imposible, sin embargo amaba los retos y decidí que Jungkook sería para mí.

Cada día me esmeraba en arreglarme lo mejor que podía, mis pantalones eran más apretados de lo normal, me maquillaba ligeramente y pintaba mis labios para hacerlos ver deseables y como era de esperarse, Jungkook no puedo evitar notarme.

Llegaba al restaurante todos los días a la misma hora y pedía que fuera yo quien lo atendiera y yo no perdía la oportunidad de coquetear con él, entonces un buen día de abril me invitó a una cita, no me negué y salí con él esa y muchas otras veces durante dos meses.

Al comienzo del tercer mes me pidió que fuéramos novios, tampoco me negué, había logrado mi objetivo y sabía que podría lograr todo lo que me propusiera.

Le pedí un departamento, le pedí dinero para la universidad, le pedí una cámara nueva, ropa, zapatos, viajes, joyas, todo lo que pedía me lo daba y la idea de vivir así no me disgustaba para nada.

Dejé a Yoongi cuando dejé de llegar a casa por estar con Jungkook en mi nuevo departamento, lloró por mí, se arrodillo y se humillo para que me quedara con él y lo odie, se veía patético suplicando, no se veía como el hombre que me gustaba, frío y sin miedo a nada.

Contrato de Amor-KOOKTAE [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora