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Exactamente dos semanas, eso era lo que llevaba alejado de ambos chicos, las vacaciones le habían caído como anillo al dedo. De esa forma podía despejarse un poco del torbellino de emociones que le apoderaban y las mil dudas que arremetían en su mente.

Los primeros tres días sintió alivio, los siguientes cuatro estaba desesperado y ahora estaba realmente triste. Extrañaba las palabras de aliento de Junmyeon, y extrañaba a su vez la ronca voz de Kyungsoo.

Giro en su cama varias veces, las cortinas estaban completamente cerradas y pese a que calculaba que era medio día no tenía intención de salir de su madriguera. La depresión puede ser algo realmente mortal, no estaba siendo exagerado. Sabía que de su decisión dependían muchas cosas.

Si elegía a Junmyeon, podría probar esos labios suaves que eran como un dulce manjar cada que se le antojara pero no volvería a sentir que tenía al universo en sus manos, cosa que solo sucedía con Kyungsoo.

Si elegía a Kyungsoo, podría durar toda una vida viéndole sonreír, tocar su piel y respirar su exquisito aroma pero por obvias razones debería de alejarse de su mejor amigo, aquel que lo había acompañado en tantas cosas. Incluso debería salirse del club de fútbol americano, porque sabe de antemano que sería incómodo para los dos.

Claro, podrían seguir siendo amigos pero sería egoísta de su parte pues Kyungsoo sabría de sus sentimientos y la brecha cercana solo empeoraría las cosas.

Todo sería muchísimo más sencillo si solo pudiera fusionar a ambos chicos en uno, o él mismo dividirse para que ninguno de los dos sufriera. Ese era otro de los problemas, no quería ver lágrimas en los ojos de ninguno. Ya sabía que la razón por la que Junmyeon lloró de forma tan descontrolada fue por él, y también había visto esa mirada triste de Kyungsoo. No deseaba verlos mal.

—¡Maldita sea! ¿Porqué debe ser tan difícil? — Se sentó de repente, harto de todo lanzó uno de sus cojines hacia la pared. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, no resistió más.

Se dejo vencer del dolor, la rabia consigo mismo y la soledad en la que estaba. Abrazó sus propias piernas, escondió su rostro entre el pequeño espacio que quedaba sobre sus brazos.

Escucho su celular sonar, la música feliz en ese momento solo le ocasionaba dolor de cabeza. Limpio su rostro con la manga de su camiseta, estiro el cuerpo y al ver el nombre del remitente abrió su boca, respiro y respondió tan rápido como pudo.

—¡Soosie!

—Hola Yeollie, ¿Cómo estas? — Mordió su mejilla por la parte interior, ¿era bueno ser sincero? Bueno, Kyungsoo le dijo que nunca le mintiera. Eso haría.

—Estoy mal Soosie, llevo varios días encerrado en mi habitación sin hacer nada... ¿Cómo has estado? Yo... te extraño.  — Confesó, dejándose caer de espaldas en la cama.

—Yo también te extraño Yeol, estoy... Tampoco estoy bien, me haces tanta falta. No soporte un minuto más sin escuchar tu voz, ¿tienes algo que hacer hoy?

—Soosie... — Susurro para luego sonreír. — No tengo nada que hacer hoy.

—Ponte igual de guapo que siempre, te veo en una hora en el centro. No tardes, no me gusta esperar. — Chanyeol salto de la cama, corrió por su habitación y aún con el celular en la oreja empezó a quitarse la ropa para meterse a bañar.

—¡Estaré ahí puntual Soosie! — Chanyeol se erizo al escuchar la risa ronca de Kyungsoo por medio del parlante.

—Bueno Yeol... te quiero.

—También te quiero.

El bajito colgó la llamada, dejando una bella sensación agradable en el cuerpo del mayor. Chanyeol fue rápido y preciso a la hora de asearse, salió completamente empapado. Había olvidado la toalla en otro lado, eso no le importo. Solo ingreso a su habitación sacando ropa nueva.

Por fin podría ver de nuevo a Kyungsoo, claro... también extrañaba a Junmyeon.

O-O-O-O-O

Traje de líneas rosa y negro, zapatos blancos que combinaban con su camiseta, un buen reloj en su muñeca y por supuesto que su cabello gris despeinado. Por más que batallo para peinarlo, parecía tener vida propia y no hacerle caso. De todas formas ahora estaba preocupado no por su aspecto físico, sino por el chico que tenía frente a sus ojos.

Jeans oscuros ajustados, una camiseta blanca con líneas paralelas en los costados y una bonita sonrisa tierna.

—Junmy... — Susurro el peligris, tallo sus ojos creyendo que estaba viendo algún tipo de alucinación pero a cambio sintió un tibio abrazo rodear su espalda.

—Hola Yeolli. — Ese no había sido Junmyeon, el pequeño cuerpo se asomo con una sonrisa resplandeciente en el rostro. Pantalón ajustado, entallando su esbelta figura además de su camiseta del mismo tono con unas grandes letras "NOWAY" de tono blanco.

Su garganta se contrajo, miro a los dos chicos frente a él. Junmyeon saludo con una pequeña reverencia a Kyungsoo quien se alejo un paso para que ahora fuese el contrario quien abrazará a Chanyeol.

—Te extrañe Yeol... — Chanyeol correspondió el abrazo, cuando se alejo miro a ambos chicos. — Bueno, hay una feria en la ciudad. Kyungsoo pensó que era una buena oportunidad para aclarar todo esto.

Kyungsoo asintió, tomo de la mano derecha a Chanyeol y le dio una mirada a Junmyeon, quien sonrió y se sujeto de la mano izquierda del alto. El peligris no entendía absolutamente lo que sucedía.

—No comprendo lo que esta sucediendo... — Chanyeol miro a los dos bajos quienes solo alzaron sus hombros.

—Es una cita, con quien mejor te la pases... bueno ya sabes el resto. — Kyungsoo jalo levemente de su mano para darle un beso en la mejilla. Baekhyun antes de salir le volvió a decir "No jueguen tanto con Chanyeol, el torpe sufrirá un paro cardíaco".

—Así que disfruta este día Yeol. — Ahora fue jalado del otro lado, recibiendo un beso en el cuello por parte de Junmyeon.

El rostro de Chanyeol estaba completamente enrojecido, no solo por estar en medio de dos chicos guapos sino que eran las dos personas más importantes para él a quienes amaba con todo su corazón, y por supuesto que las miradas curiosas de las demás personas era inquietante.

Kyungsoo y Junmyeon se miraron por unos segundos, fruncieron sus cejas y jalaron en distintas direcciones al alto.

Bien, la imagen era curiosa... dos chicos bajos jalando por el brazo a uno alto en la mitad de una feria, con el olor a algodón de azúcar y el sonido de la alegre música haciendo eco por todo el lugar.

Historia de tres || ChanSoo/ChanHo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora