Cap.10

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Apenas la mañana llegó se esparció como pólvora la noticia de que la valide sultán había despertado.

— Vamos mamá, date prisa..visitaremos a la abuela!— hablo contenta la pequeña, mientras la sultana se levantaba se su asiento con una sonrisa de labios cerrados. Su vientre se estaba hinchando y estaba feliz de ello.

— Vamos — tomo su mano, con los apdos apurados de Hanzade fue fácil llegar más rápido.

Y ahí estaba su abuela, tomando el té tranquila.

— ¡abue..ABUELA!— gritó casi lanzándose a ella con emoción, Kösem hizo un gesto de dolor que fue remplazado rápido con una sonrisa radiante, — Hanzade, mi niña linda..¿qué haces..por aquí tan temprano?— pregunto, 𝐀𝐲𝐬𝐞 al notar la molestia de su suegra se interpuso a tomar a la niña, quien accedió de mala gana.

— Lo lamentó, valide — se disculpó, mientras la niña miraba a su abuela, — Esta bien..Hanzade es solo una niña..— ella asintió, — ¿Puedo quedarme contigo, abuela?— ella asintio, — Hanzade, la valide necesita descansar..— el mismo gesto de Kösem se presenció en el rostro de Hanzade.

Ayse solo bajo la cabeza.

— Puedes retirarte 𝐀𝐲𝐬𝐞, me llevaré a Hanzade conmigo a visitar a Esther..— esta asintió, marchándose.

— Iremos a ver a la tía Esther? — preguntó con ánimos la niña, — Sí..debemos reactivar todo lo que dejamos pendiente— la niña asintió.

— — — 🐿️ — — —

— ¡Tia Esther!— corrió la niña a los brazos de la dama de cabellos dorados, — Sultana, cómo estás?— preguntó, — Estoy bien..¿y tú?— preguntó, iniciando una breve conversación. Mientras la valide observaba todo con una sonrisa de labios cerrados.

— Bien..— respondió acariciando su frente suavemente, mimo que la niña aceptó gustosa.

— ¿Hay dulces para mi?— preguntó ansiosa, la hatun asintió, la niña con emoción sonrió, — ¿Y que ha hecho esta semana?— preguntó dándole un pequeño tazón con los dulces turcos.

Kösem permaneció sentada, mientras veía como en el regazo de Esther se acurrucaba Hanzade, está siempre le considero como una segunda "abuela", por así decirlo.

— acompañe a mi abuelita a el pueblo y vimos a muchos niños, luego hablé mucho con Kemankesh, él es divertido. Y también jugué con mi mami — sus palabras estaban llenas de emoción que era notable, en especial recalcando la palabra de su madre que debido a su embarazo ya estaba más cercas de su hija.

— ¿Con kemankesh 𝐏ašha?, ¿el es divertido?— miró a la valide, quien se removió incómoda, — Si — la niña llegó otra delicia turca a su boca.

Esther se mantuvo callada, antes de sonreír burlonamente para la valide, quien la miró de mala manera.

— ¿Puedo ir a jugar con tu perrito?— preguntó, — Sí, está bien — la niña se levantó de inmediato, saliendo lo más rápido de los aposentos.

— Pensé que no hablabas con Kemankesh — su sonrisa no se desvaneció ni flaqueó, — No, no hablamos..pero a Hanzade si le gusta hablar con él— Esther río, — ¿No crees que nunca podrás hablar con él?, seguro y no se han visto desde el incidente — ella negó. — No..no sé dónde está y Murad no me ha hablado de él..— relamió sus labios, — Mh. Ya entendí por donde va la cosa..— Kösem alzo una ppceja, — Te interesa, pero no hablas mucho con el, después de todoApaqoti
eres un humano,¿no?—

Esther siempre la entendía.

— Escuché que sales con Silahtar..— la sonrisa de Esther se agrando aún más, — Sí, yo no tengo miedo a decirlo — presumió, — Mh..— hizo un gesto de desagrado. — el es menor que tú, ¿no?— nego, — unos meses mayor que yo, pero es amigo de él sultan por su mismo humor, supongo—

La pelicastaña soltó una risa en voz baja.

— — — 🐿️ — — —

Tres hombres permanecían sentados en la mesa, habían terminado de comer desde hace un rato y solo quedaban las charlas cortas que hacían cada cinco minutos.

— ¿Donde está Silahtar, acaso no tiene pensado venir?— preguntó 𝐌𝐞𝐡𝐦𝐞𝐝 entre una risa, ya sabían que visitaba a Esther de vez en cuando, — No lo creo — murmuró Kemankesh, — ¿Es cierto que te gusta la sultana Kösem?— preguntó Silahtar mientras entraba.

— ¿Que?— preguntó confundido, — Escuche a concubinas hablarlo, se volverá un rumor —

— ¿entras a el harem?— negó, — mientras salía de los aposentos de Esther lo escuché, ella no diría nada, es la mejor amiga de la sultana Kösem—

— No respondiste nuestra pregunta Kemankesh — río divertido Mehmed, — ¿Te llevas con la sultana Hanzade, cierto?— preguntó nuevamente Silahtar sentandose en la última silla que esperaba ser ocupada por este mismo.

— ¿Por qué te quedas callado?— presiono Halil, — No— hablo obvio, — Mentiroso..pero si fuese cierto lo matarían— se dieron la razón.

LA VALIDE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora