Un Préstamo Imposible De Rechazar PT1 ~Kookmin~

1. -Primer Saludo

Jeon Jungkook

-¿Y bien? ¿Cuándo llegará la mercancía? Sabes que toda la red la está esperando con muchas ansias y no me puedes dejar mal.

-En un par de días, sólo deben tener paciencia -El cigarro en mi mano no podía faltar, mi más grande vicio. Aunque fuera uno de los más grandes contrabandistas de Droga en la prisión, no estaba interesado en caer en esa maldición-. Tendrás una buena ganancia querido Mark, ¿por qué el apresuramiento? -Era difícil descifrar sus intenciones en sus palabras, pero a juzgar por los años de amistad y tratos, tiene algo escondido.

-¡Ahhh¡, pero no se te puede pasar nada ¡JODER! -Su risa estruendosa hacía eco por el patio de la prisión, todos están acostumbrados y dudo que se quejen de esto, salvo que quieran recibir una golpiza por puro placer y aburrimiento.

-Sólo digo lo que veo.

-Pues aquí ves a un querido amigo y socio que quiere darte un espléndido regalo por todos estos años de buenos negocios -Sus manos se apuntaban a sí mismo junto a una sonrisa que exhibía claramente su colmillo de oro.

-¿Un regalo? Mark, sabes que no me gusta.

-Pero será uno que realmente te gustará, lo prometo.

-¿Estás prometiendo? Sí que tienes huevos. A ese chaval no le gustan los regalos, no prometas si sabes que al final no le gustará -Comentó Florens al llegar a su oído las palabras de su colega y compañero de celda, Mark.

-Creo que él me conoce mejor -Me uní a su risa de sólo ver el alboroto que se iba a formar por esos dos. Me decidí a levantarme y marcharme de ahí, pero Mark me detuvo antes de pisar lejos.

-¡Calla Jeon!, calla. Yo te conozco, sé que te gustará -Su seriedad en sus últimas palabras revolvieron mi lado curioso.

Dejé a mis compañeros en el patio, puesto que se debatían por la nueva chica que Florens tomará esta noche, para mí este tema no era interesante puesto que no quería compromiso ni tener sexo libertino, mi meta estaba fija en algo específico "Tener más y más dinero" todo la cantidad posible.

Mi nuca reposaba en la almohada y mis ojos observando el techo de la cama de arriba, era estresante los minutos en que el patio estaba abierto para el acceso en conjunto, ya que se volvían ruidosos y problemáticos.

A los dos días de haber entrado a la prisión se inició una pelea, el resto murmuraba que era un "gilipollas" por no andar detrás del culo de los mayores en el lugar. El primer puño en el abdomen y otro en la mejilla, pero mi actitud era la misma, hasta que Mark se enteró y me volví su preferido. Lo escucho llamarme "El no Hipócrita".

-¡Hola Guapo! -Desperté del pequeño sueño que tenía y divisé a la chica a mi lado con ganas de abalanzarse a mis brazos como si fuera una mina de diamante.

-¡No puede ser! -Bufé soltando todo el aire de mis pulmones, me acomodé para sentarme en el colchón y prepararme a cualquier espectáculo de su parte-. No me digas que tú eres el regalo.

-¿Regalo?

-¿Te mandó Mark?

-Eh nop.

-Bien, entonces te puedes ir.

-Pero si es temprano guapo y aún no me aceptas una sesión -Sin pestañear en su decisión se sentó en mis muslos con las piernas abiertas al igual que su entrada, dejando a la vista que no traía consigo bragas y sólo la vestía una mini falda blanca tan corta como un recorte de tela.

-¡Pero QUE MIERDA!, ¡BÁJATE!

-¡Ay cariño! No muerdo, pero si quieres... Lo puedo hacer.

-No quiero. Vete, que ni siquiera me gustas ¡JODER! -Me levanté de la cama tirando a Sofía al suelo. Quería reírme, pero sabía que eso haría enfadar más su ego al haberla rechazado.