Un Préstamo Imposible De Rechazar PT1 ~Kookmin~

3. - Confianza Rota

-Es un ser humano también, Kenyi. No podía despertar por sí sólo y… Me cae bien –Me senté en una esquina de mi cama y no pude evitar caer tendido. Se me hizo muy sencillo quedarme dormido, no sentía los pies colgando del colchón tocando el suelo.

Unos golpes en la pierna me hicieron despertar.

-No te asustes –Busqué el dueño de la risa y noté que Kenyi me había despertado. Últimamente me está cayendo mal.

Nosotros solemos llevarnos bien, de alguna forma hablamos y no discutimos seguido, a pesar de mi mal carácter y sus chistes sin gracia. Se puede decir que de todos los cabezas huecas que tengo a mi alrededor, este es el que me cae mejor.

-¿Qué quieres? Estaba soñando.

-¿Sueño normal o uno ardiente?

-A veces pienso que soy el único normal en esta prisión –Bufé levantándome, una delgada capa de sudor cubría mi cara. Saqué el teléfono del bolsillo y revisé la hora 3pm-. Que mierda…

-Dormiste más de 4 horas.

-Lo sé –Estiré mis brazos y lancé la vista al lugar de Jimin, estaba vacío-. ¿Has visto a Jimin?

-No lo he visto –Infinidades de teorías rondaron mi cabeza. ¿Habrá ido con Mark? ¿Le habrá pasado algo? O ¿simplemente salió? Puede denunciarme por no haberlo cuidado bien, eso reduciría mi manutención por parte de Florens y Mark. Pero, ¿Jimin haría eso? No lo conozco. Mi cabeza comenzaba a doler.
Tomé mi toalla y productos de higiene personal.

-¿No vas a buscarlo?

-Él no es loco –Me decidí a bañarme. Me gusta hacerlo dos veces al día, pero hoy ha sido distinto.
Entré a los baños y escucho una regadera abierta, el resto del lugar estaba desolado. Podía ver su cabello rubio por encima de las paredes laterales, no son tan altas por lo que supe que era Jimin.

Tendí la toalla en la pared izquierda y abrí la regadera para que saliera el agua y caer en mi cuerpo.

-Espero no seas uno de esos idiotas porque tengo suficiente energía –Comencé a reírme, sí que le gusta discutir.

-Por lo menos ¿podías ver quien era antes de decir eso? Podía ser alguien menos agradable–Escuché como se había sorprendido, pero no argumentó alguna otra palabra. Lavé mi cabello con shampoo y mi cuerpo con jabón, el agua salía fría, perfecta para este ambiente caluroso que da a estas horas.

Sujeté la toalla secando cada parte de mi cuerpo y la enrollé en mi cintura, tapando desde allí para abajo. Salí de la ducha y caminé a los bancos para vestirme, sentía una mirada puesta en mí así que observé que Jimin ya me estaba mirando.

-¿Te sientes bien?

-Eh… Sí.

-¿Ya no tienes calentura? Te vez pálido –Me acerqué para tocar su cuello, este en cambio se alejó unos centímetros así que sonreí de lado. Que se trae ahora-. Bueno, te dejo en paz –Quité mi toalla de la cintura y él se dio la vuelta, me vestí poco a poco hasta haber terminado-. ¿Está bien que vengas al baño sólo?

-Sí… Bueno, no debería. Es que tú no despertabas.

-No lo intentaste.

-Claro que sí, parecías muerto.

-¿No te preocupó eso?

-No –Solté una risa corta y peiné mi cabello.

-Es increíble –Cerré la crema y recogí las cosas. Jimin posó su mano en mi hombro por lo que volteé a verlo.