12. - Una Vida por Otra 👥

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Jeon Jungkook

-¡VAMOS! ¿NO TIENEN MÁS? INEPTOS –Grité a los guardias. Patadas iban y venían directo a mi abdomen hasta botar más sangre por mi boca.

-¡A QUE TIENES FUERZA! ¿NO? –Reí intentando sostener mi cabeza para verlos, mis manos estaban con esposas y mis rodillas tocaban el suelo; segunda vez que lo tocan.

-¡CLARO! SI ME TIENEN ESPOSADOS, MALDITOS –Respondí a sus palabrerías y escupí la sangre unida con saliva que salía de cualquier lugar dentro de mi boca, el sabor a oxido lo odio-. ¿POR QUÉ NO ME SUELTAN?

-¡Gilipollas! –Soltó uno de los guardias frente a mí esperando su turno para lanzar su mejor golpe.

-¿Crees que puedes contra nosotros? Eres un debilucho –Se rieron en unísono como si de una celebración se tratase.

-Debilucho pero esposado –Al terminar de hablar recibí mi último puñetazo en la mejilla haciéndome caer por completo al suelo. Mi oído derecho se sentía extraño y ya no tenía muchas fuerzas.

-Callado te ves mejor –Comentó uno de ellos. Tosí un par de veces al sentir ahogo en mi garganta. El suelo comenzaba a sentirse cálido o tal vez sólo es mi cansancio que me hace ceder.

En mi sueño puedo ver a Jimin negar con su cabeza y repetirme varias veces “No iré contigo”, su sonrisa mientras me repetía esas palabras me daba terror. Mark no tenía rostro pero sabía de alguna manera que era él, tal vez porque tenía la misma ropa puesta. Comencé a suplicar que me disparara, mi vida no valía nada así que prefería arder en el infierno que seguir viendo esa escena, sin embargo; Mark se movía en otra dirección con el arma en la mano y sin darme cuenta un agujero negro se abre en el suelo tragándome hasta hacerme despertar. Estúpido sueño que no logro entender.

-¡Auch! –Me quejé a mí mismo al tocarme con la yema del dedo la esquina de mis labios, me ardía al igual que mi estómago. Recordé que antes tenía esposas y ahora estoy libre-. ¿Cuánto tiempo habrá pasado? –Saqué mi teléfono del bolsillo y este seguía intacto. ¡Al menos! Aunque no tuviera señal, 9am-. ¡¿Ya es de día?! – ¡Que cojones! Como pude me acomodé para sentarme, mis costillas dolían un poco pero no tanto, esos hijos de puta no golpean lo suficientemente fuerte para romperme.

Después de descansar unos segundos y así ordenar mis recuerdos, noté que en una esquina estaba una bandeja con comida. La acerqué de a poco hasta tomarla con mis manos y probarla, mi estómago gritaba comida. No era lo mejor pero sí lo básico.

El espacio en esta habitación es muy pequeño, sólo entra una cama individual y el restante es reducido, no hay ventanas así que no entra la luz del sol ni la luz de la luna; una cueva. Muchos se estresan cuando los obligan a estar aquí, yo en cambio; siento paz, no tengo que lidiar con aquellos que quieren tener una pelea sólo que lo miraste o aquellos que piensan que tú le lanzaste una papa cuando fue otro imbécil más aburrido que los demás. Lo único de lo que me arrepiento de estar aquí es no poder hablar con mi hija, parece una caja fuerte, al estar aquí no hay señal en los teléfonos y eso me preocupa.

Caí en un sueño nuevamente, sólo oía mi respiración lo que me hacía dormir con facilidad. La reja fue tocada bruscamente haciéndome despertar.

-¡Almuerzo! –La bandeja entró a la habitación así que la tomé y la miré unos segundos analizando mi entorno, seguía dormido aún y mi abdomen duele un poco.

-Estos… -Mi cansancio no dejaba encontrar una palabra correcta-. Ahgs –Solté un suspiro renunciando a mi búsqueda de palabras, observe la comida y sonreía-. Al menos tiene pollo –Lo probé primero y sonreí, tenía buen sabor. Arroz, papa, plátano y pollo; mi almuerzo.

Un Préstamo Imposible De Rechazar PT1 ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora