Presagio • Katniss & Finnick

Capítulo 25: Nada Como El Mar

Finnick

No sé cómo logré dormir, me la pase dando vueltas en la cama, no por las pesadillas, por primera vez en días me sentía sin miedo, era más fuerte la ilusión que cualquier mal sueño.

He estado siguiendo la gira de la victoria desde que comenzó, distrito a distrito, los resúmenes de Ceaser nunca me habían parecido tan interesantes. Aunque la maquillen bien yo puedo ver en su rostro como sus ojos se han hundido un poco, la preocupación en su mirada..., debe ser todo el peso de mantener "tranquilo" a Snow pero intentar que los distritos sigan inspirados por lo que el sinsajo significa. Cuando Katniss este de nuevo en mis brazos la sostendré con fuerza, le dire que todo estará bien, que lo ha estado haciendo magnífico y que la protegeré, con mi vida si es necesario.

Me levanto antes de que salga el sol. Con energía renovada, podría bajar las escaleras deslizándome por el barandal, saldría a las calles a gritar y abrazar a cuánta gente me encontrara porque estoy feliz, muy feliz. Ella está a unas horas de llegar.

Enciendo la televisión mientras desayuno.

—Nuestos vencedores del distritos doce continúan en la gira de la victoria, ya han visitado siete distritos —dice un reportero del noticiero matutino—. Todo Panem los están recibiendo con el amor que se merecen, los juegos nos unen como hermanos.

La imagines muestran al distrito ocho coreando la voz de Katniss y Peeta, pero las voces no concuerdan con lo que gritan los labios de las personas, estos videos han sido alterados, no quieren mostrar como la gente se siente en realidad. Ese es el objetivo del Capitolio, mantenernos divididos, pensar que todos o la mayoría está de acuerdo.

—Y hoy estarán en el distrito cuatro, esperemos que las condiciones sigan siendo favorables para nuestros vencedores —menciona—. En otras noticias, el mal clima continúa en varios puntos del país por lo que las autoridades han decidido reducir el número de trenes a fin de proteger los productos.

Eso es nuevo. Probablemente algo está pasando en el distrito seis.

—Finnick —escucho como Annie grita mi nombre y entra en la casa, me busca y cuando me ve salta hasta el sofá haciendo que derrame mi cereal y ella se ríe—. Lo siento, después limpio.

—Nunca lo haces —le digo y tomo un trapo de la mesa y me limpio los shorts.

—¿Qué tal todo? ¿Listo para hoy? —pregunta, yo finjo demencia.

—¿De que hablas?

—De la cena de hoy, no me digas que lo olvidaste —dice molesta. "Para nada lo he olvidado, es el momento que más he esperado en estos meses, podria gritar de euforia", es lo que quiero decir pero me controlo.

—Ah, eso, sí Annie. Ya se que debo ir —le digo y eso parece calmarla.

—Me he desvivido toda la semana en encontrar un vestido decente para la ocasión, me arrepentí de no haber pedido uno con tiempo —dice. Annie nunca ha ido a una cena en una gira de la victoria, ella entre menos involucrada se vea en los asuntos del Capitolio mejor, pero esta vez tiene intereses particulares—. Creo que te va a gustar.

—Lo dudo mucho —respondo y ella frunce el ceño, molesta.

—Podrías fingir por lo menos —responde poniendo los ojos en blanco.

—Aún así te enojarías —le respondo y ella me da la espalda, me acerco y la jalo del hombro—. Anne, dijiste que aceptabas ser mi amiga y los amigos nos llevamos así.

—No me gusta ser tu amiga —dice y acerca su rostro al mío, yo retrocedo con cautela poniendo una distancia sana entre nosotros. Ella se encoge de hombros—. Pero es lo que queda, nos vemos más tarde, ponte guapo, igual así la convences.