Mara siempre ha seguido las reglas, nunca habla de más, nunca responde si no le preguntan, siempre vive alejada de las personas por miedo a que la lastimen
Escribía cartas para no enfrentarse a las personas, pero ¿Qué pasaría si las cartas llegaban...
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La vida es un 10% lo que te pasa y un 90% cómo te lo tomas.
-ISASAWEIS
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Desde otra perspectiva. ✧*♡☾✩*॰ (⋆✉⋆) ॰*✩☽♡*✧
Mónica
10:20 am
Me levanto como todos los días, gracias a los rayos de sol que se cuelan por mi ventana. Hoy hacía demasiado sol. ¡Qué molestia!
No me queda más que resignarme, ponerme de pie, cepillarme los dientes e irme a trabajar. Vivía en la casa donde nací y crecí, pero ahora estaba sola. Mis padres tuvieron que dejar este mundo debido al terremoto que hubo hace unos años.
Y a mí... me dejaron atrás.
Ya estaba acostumbrada a vivir sola en esa casa un poco destrozada. No me molestaba, porque a veces podía sentir la presencia de mis padres allí. Además, tenía algo más: el baile.
Desde muy pequeña, me fascinaba el baile, y lo demostraba a menudo. Mis padres se dieron cuenta pronto de ello, y como no teníamos mucho dinero, me dejaban bailar en grupos de iglesias y en bailes escolares.
No me importaba en absoluto. Éramos una familia fuerte y unida, pero ya no queda nada de eso. Vivía de esos recuerdos fugaces y de mi soledad.
Trabajaba como bailarina callejera por las mañanas y como camarera en un bar por las noches. Aunque a veces en el bar no dejaban propinas y el jefe era un cascarrabias, no me podía quejar. Al menos me alcanzaba para comer algo.
No solía conseguir muchas monedas bailando en las callejuelas de la ciudad, pero no importaba porque me encantaba bailar, era mi forma de expresión.
De igual forma, dejé de pensar tanto y me predispuse a terminar de peinarme. Me puse un chándal y unos tenis para salir y bailar un poco.
"Espero conseguir algo hoy", pensé. Pensé que mi vida iba a ser así para siempre.
Pero un día todo cambió.
Una directora de una asombrosa escuela de talentos me había visto. ¡No lo podía creer!
—Pareces tener mucho talento. ¿Por qué no te había visto antes? —me dijo.
—La gente de la alta sociedad no suele mirar hacia abajo, señora —respondí.
—Lamento ver que estés enojada con todos, pero yo podría cambiarte la vida —la señora estaba segura de lo que decía.
—¿Cambiarme la vida? ¿Mi vida? Eso es mucho soñar, señora.
—¿Qué tal si te dijera que tengo una escuela de talentos?
—¿Escuela de talentos? No creo, y aun si tuviera esa escuela, yo no tengo el potencial que requieren.
—Claro que sí tienes potencial —respondió con entusiasmo.
—Pero ¿es suya esa escuela? —estaba confundida.
—Soy la directora —dijo con tanto orgullo que me impresionó.
—¿Usted cree que de verdad tengo el talento que requiere esa escuela?
—Claro, yo nunca me equivoco con estas cosas.
—Lo siento, de todas formas no tengo cómo pagarla. Vivo prácticamente en la calle y me gano la vida así y como camarera por las noches. No suelen pagar propinas, ¿lo sabías?
—Entiendo tu situación...
—Mónica, me llamo Mónica. Un gusto. ¿Y usted?
—Liliana, la directora de la escuela de talentos Blossom.
—¿Escuela de talentos Blossom? ¿De verdad? ¿Es usted la directora de ahí? —debo estar soñando.
—Así es, y ¿qué pasaría si te dijera que te puedo ofrecer una beca?
—¿En serio?
—Sí.
—Solo tienes que hacer una audición. Si logras pasar, tendrás la beca. Aun no es tarde. Las audiciones son hoy a las 14:00. Si haces una buena presentación, podrás entrar sin problema alguno y sin pagar nada.
No podía ser. No podía ser. ¿Alguien me pellizque? Debía estar soñando.
—No creo ser suficientemente buena. Además, las audiciones son en unas horas.
—Nunca sabrás si no lo intentas. Tienes un gran potencial, solo hace falta que tú lo creas —respondió con determinación.
Me dio su tarjeta y desapareció.
No me lo podía creer. ¿Yo en una escuela de talentos? ¿En la escuela de talentos Blossom? ¡Tendría que intentarlo!
Me fui rápidamente a casa, preparé una pequeña coreografía con mis mejores pasos. Estaba emocionada. Lo haría y me ganaría esa beca. Estaba segura. Ya casi era la hora de las audiciones, así que salí de casa con la mejor ropa que pude encontrar, con mi mejor coreografía y todas mis ganas a mil.
Caminé hasta el sitio. No estaba muy lejos de mi casa y así podía pensar mejor, estar a solas con mi mente para reflexionar sobre todo lo que había ocurrido hace unas horas.
Un sueño hecho realidad.
Llegué a la escuela. Estaba abarrotada de gente. Había increíbles bailarines, pero no me dejaría intimidar.
—Por favor, llamamos al escenario a la siguiente en audicionar, Mónica West.
Estaba súper nerviosa, pero tenía toda la coreografía memorizada y una buena canción. Me lo ganaría.
Una hora más tarde...
—Por favor, pasen todos al escenario.
—Tenemos a nuestro ganador de la beca
—¡Mónica West!
¡¿Qué?!
Había ganado.
—Felicidades a todos nuestros participantes. Gracias por venir. Un aplauso.
No me lo podía creer. Siempre había visto las cosas desde otra perspectiva, pero hoy todo había cambiado. Todo mejoró. Ahora iba a empezar una nueva página en mi vida.
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Desde otra perspectiva, es la historia de cómo Mónica llegó a la escuela de talentos Blossom, espero lo estén disfrutando
