—¿Es cierto que coleccionas los dientes de tus víctimas?
La pregunta que le hace su hermano menor está cargada de ironía. Cada vez que Lucian lo ve, comienza a burlarse de cuanta historia estúpida ha escuchado de él.
—Es lo único que queda intacto después de ofrecerlo en sacrificio al "maligno" —confirma Primus y la mirada que le da, lleva la misma intención que sus palabras.
—Tu hermano no ha viajado más de dos semanas para escuchar tus idioteces, Lucian —A la voz de Malik, el joven rueda los ojos y agacha la cabeza—.Tu boca solo sabe hablar despropósitos.
—Lo siento, padre. Solo me imagino qué pensará "la estrella" de las leyendas inspiradas por mi ilustre hermano ¿Se escandalizaría? —insiste en su intento de molestar.
—¿La estrella? —inquiere el mencionado con intriga—.¿Qué tiene que ver esa tal "estrella" con mi persona?
Regularmente, Primus hiciera caso omiso de las palabras sin sentido de su hermano, pero no sabe por qué, no puede dejar pasar estas.
—Ya verás lo mucho que tiene que ver contigo, hermano mío. Después de todo es por lo que han enviado por tí. —declara Lucian con una mueca de sorna malintencionada.
La mirada confundida de Primus recae en su padre, el cual casi asesina con la mirada a su hijo menor, si fuera posible.
—Idiota —gruñe Malik, mientras le propina un manotazo en la nuca al pelirrojo —. ¿Por qué mejor no te pierdes hacia tus aposentos y nos ayudas a prescindir de tu nauseabunda indiscreción?
—Padre ¿De qué habla Lucian? —inquiere otra vez el recién llegado.
El rey suspira con resignación ante su pregunta y encuentra su mirada.
—Acompáñame a la biblioteca. Tu madre y yo tenemos algo que comunicarte.
"Su madre"...
Sabía que había algo retorcido detrás de esta repentina orden de regreso. La reina parece nunca descansar en su intento de hacerle la vida imposible. No importa cuántas millas ponga de distancia entre ellos, su letal veneno encuentra la forma de salpicarle.
Pensando esto le lanza una ojeada consternado a Weiland y su respuesta es compasión en la mirada, en su estado más puro.
Después del anuncio de fiesta y los saludos excesivos de los integrantes de la corte, el rey le pidió seguirlo para hablar. Le pareció bien, la incertidumbre lo estaba torturando, pero Lucian, con sus tristes intentos de mortificarlo ha logrado ponerle a la defensiva, mucho más sabiendo que su madrastra está de por medio.
Las puertas de la biblioteca se abren y Annelie sonríe satisfecha ante su presencia, sentada con su ensayada gracia en la silla junto a la que usa Malik. Las dos, frente a la mesa de madera y marfil con cintillos de oro, donde estudia y lee.
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TENEBRIS . El amor no florece en la muerte.
RomanceÉl no merece amar, es un Tenebris en toda su regla y los Tenebris siembran la muerte donde no se cumpla su voluntad, siegan donde no sembraron y son pura oscuridad ¿Cómo podría el príncipe oscuro ser capaz de dar tan noble sentimiento? Su fama lo pr...