—¿Qué ha sucedido?—¡A estas horas apareces! —El grito de su madre y la forma precipitada en que la abraza, hacen a Stella respingar. Busca los ojos de su padre confundida, confusión que se incrementa al ver cómo él la evita.
—¿Qué está sucediendo? —reitera pero nadie contesta—¿Luna?
Su hermana se encoge de hombros manteniendo su expresión triste.
—Solo sé que un emisario de palacio vino después del mediodía. Padre ha estado así desde que se fue —responde.
—¿Acaso te mandan a la guerra otra vez?¿Es que ignoran tu condición?¿Padre? —Stella se aleja del abrazo de su madre, que se le antoja protector y apura los pasos en dirección al barón—. No pueden hacer esto. Debes negarte —apresura a decir, porque de ser así, esto sería su muerte. No pueden mandarle de vuelta.
—No se trata de eso —murmura Ian volteando su rostro cuando su hija intenta buscar su mirada otra vez.
Stella sonríe aliviada al instante, y siente como el alma le regresa al cuerpo.
—Gracias al cielo ¿Entonces de qué se trata?¿Por qué tan contrariados?¿Qué asuntos querría el rey Malik con la Casa Aeternus? — Su mirada viaja entre ambos de sus progenitores y su silencio ya comienza a asustarla—. ¡¿Hablarán de una buena vez?!
—La familia real ha pedido tu mano en matrimonio —La declaración que sale de los labios de su padre, así de golpe, la deja un poco atontada.
Luna jadea de incredulidad y se cubre los labios con una de sus manos cuando interioriza la noticia.
¿Han pedido su mano en matrimonio? ¿Qué clase de broma estúpida es esta? ¿Cómo...?
—¿Qué has dicho? —El ceño de Stella se frunce mientras busca la confirmación en los azules ojos de Elizabeth —. ¿Qué es eso que ha dicho, madre?
—Es cierto, querida...
Con gesto rápido, Stella arrebata la carta de las manos del barón y solo alcanza a leer parte de la misiva, porque no puede continuar a causa la estupefacción, dejándola caer al suelo. Entonces el peso de la verdad se instala por completo en su mente.
No es una broma, es la más cruel desgracia que podría ocurrirle. No desea casarse, quiere dedicar la vida a la medicina y a ayudar al prójimo. Esto no es ni de cerca lo que había soñado. Y de todos modos. ¿El rey Malik pidiendo su mano? No es secreto para nadie que los Aeternus no son de su predilección ¿A qué viene esta locura? ¿Por qué de todos tenían que ser ellos? ¿Y con cuál de sus...?
Cierra los párpados temerosa de la respuesta a la pregunta que asoma en sus labios.
—¿Con quién? —Ian aprieta los párpados sin querer responder—¡Padre!
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TENEBRIS . El amor no florece en la muerte.
RomanceÉl no merece amar, es un Tenebris en toda su regla y los Tenebris siembran la muerte donde no se cumpla su voluntad, siegan donde no sembraron y son pura oscuridad ¿Cómo podría el príncipe oscuro ser capaz de dar tan noble sentimiento? Su fama lo pr...