El principio del fin.
A esta parte de la historia le podemos poner... El principio del fin. Luego de esto, todo comenzó a ir en picada.
Samael y Adiel salieron de la habitación en sumo silencio y con mucho sigilo. Miraron por la ventana y era Adrik Hyde con Jones y el otro matón que, se parecía al tipo que molestaba siempre. Salieron a enfrentarse a ellos sin pensarlo dos veces.
— ¿Qué quieres? — dijo de mala gana Adiel mirando a Adrik que estaba apoyado en su auto. Unos pasos más adelante estaban sus matones.
— A Lisa. — dijo con una sonrisa
— En tus sueños. — dijo Samael.
— Vamos... no hagan esto difícil. Conmigo no pueden tomarse las cosas a la ligera como con estos idiotas. Ya saben... si quieres un trabajo bien hecho, hazlo tú mismo... ¿verdad?
— Ajá... No. — respondió Adiel.
— Ah...— suspiró- Smith, Jones...— Ambos se acercaron hacia Samael y Adiel decididos.
— Oye, ¿qué pasó con hacerlo uno mismo? — se quejó Adiel
— Yo no me ensucio las manos, querido...
Jones fue tras Adiel, comenzó una pelea mano a mano. Smith fue tras Samael, parecía personal, no dudó un segundo y sacó un arma. Hubo un forcejeo y se oyó un disparo.
Adiel miró a Samael asustado, pero vio el arma en el suelo y como golpeaba en la mandíbula a Smith. Suspiró y el puño de Jones impactó en su mejilla y labio. Adiel apenas se movió, le dedicó una frívola mirada y lo golpeó en la nariz.
— Dios mío qué par de idiotas— dijo Adrik pellizcándose el puente de la nariz. — Ahora entiendo por qué me mandan a mí... Vámonos, imbéciles. — dijo subiendo al auto, Jones se levantó con dificultad. Smith intentó agarrar su arma, pero Samael la pisó y lo miró con sus ojos rojos, ambos corrieron hasta el auto.
— Qué cobarde...— dijo Adiel mientras veía el auto alejarse. — ¿Estás bien? — preguntó mirando a Samael, que no pudo responder porque fue interrumpido por Lisa.
— ¿Qué carajos les pasa por la cabeza? — gritó
— Estamos bien...— dijo Samael
— No, no lo estás. — volvió a gritar apuntando a la sangre que manchaba su camisa a un costado
Samael bajó su mirada confundida, se tocó y sus dedos quedaron manchados de sangre. Tragó saliva. Levantó la mano y la miró— Oh... mierda
— Maldita sea, Sam. Vamos adentro— dijo Adiel tomándolo del brazo y arrastrándolo adentro mientras él seguía mirándose los dedos. Lo dejó sentado en el sillón de la sala y fue a buscar el kit de primeros auxilios.
— A ver...— dijo Adiel levantando la camisa. — Okey...— suspiró— La bala solo te rozó. — dijo limpiando la lastimadura, puso una gasa y la pegó con cinta para cubrir la herida.
— ¿Eres idiota? — espetó Lisa
— Pero, Adiel dijo que-
— Me importa una mierda lo que dijo Adiel. ¿Y si la bala no te rozaba? Sabes que te puedes morir, ¿verdad?
— Pero no paso nada, Lisa
— Si sigues haciendo estas estupideces si va a pasar. ¿Sabes lo que pasa cuando te mueres? Tú mismo me lo dijiste. No vas ni arriba ni abajo. Te. Mueres. Samael. — gritó Lisa mirándolo a los ojos
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Desterrados
Fiksi RemajaEn una noche llega Thomas Chichester hasta la mansión de la colina, su padre era uno de los tanto interesados en comprar la mansión donde Elizabeth vive. Thomas charla con ella acerca de las cartas sin respuesta de su padre y ella le dice que no es...