Tsukasa x Minami

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Dentro de su habitación, se encontraba un chico revisando las fotografías que había tomado para el periódico escolar, después de todo él era uno de los miembros del club de fotografía de la escuela.

Tenía conectada su cámara fotográfica a su computadora, esa cámara que fue un regalo de su madre por su cumpleaños, aún recordaba lo nostálgica que se puso ella ya que le recordaba a la vez que su abuelo le hizo el mismo regalo por navidad cuando ella era una niña.

─Mmm... Creo que esta salió mejor ─dijo mientras separaba las fotos que creyó salieron mejor.

A lo largo de dos semanas estuvo fotografiando varias actividades escolares como ferias, excursiones y un concurso de conocimiento y deporte contra otras escuelas de la ciudad, ese fue el trabajo que le dio el presidente del club junto a otros dos compañeros.

Cuando terminó de seleccionar las mejores fotos, se las envió a su presidente de club, luego él con otros estudiantes se encargarían de acomodarlas en el periódico y mural escolar.

Por ahora su trabajo ya acabó, pero eso no le impidió revisar las fotos que él mismo descartó, puede que ya tenga algo de experiencia pero sabía que aún le faltaban cosas por aprender en el ámbito de la fotografía, debía admitirlo, es más extenso de lo que le pareció en un inicio, no era solo tomar una foto y ya.

"Creo que debería enfocarme más en el nivel de iluminación de la cámara" Pensó al observar los fallos que cometió en cada foto.

Luego de estar otro par de minutos fijándose en los detalles de las fotos, sus ojos se desviaron a la parte inferior derecha de su pantalla, justo en donde indicaba la hora, y se dio cuenta que ya estaba llegando tarde, faltaban 10 minutos para las 4 de la tarde y tenía que ir donde su padre a esa hora.

Se levantó de la silla casi de un salto, apagó la computadora con todas las fotografías guardadas en caso las necesite después. De su clóset sacó una mochila un tanto más pequeña a la que habitualmente usaba para ir a la escuela, en ella, guardó todo lo necesario rápidamente cómo una botella con agua, un cambio de ropa, y una toalla pequeña.

A penas terminó de guardar lo necesario, se cambió a una ropa deportiva más cómoda y salió de su habitación con bastante prisa llevando su mochila al hombro.

Al salir de casa, empezó a correr con dirección al gimnasio cuyo dueño era su padre, Tsukasa Shishio, el boxeador más famoso de Japón, pero también apodado por muchos, el primate más fuerte. Según él, ese apodo se lo dieron durante sus años de secundaria, ya que desde muy joven se había dedicado al deporte del boxeo, en un principio lo había hecho por necesidad, para ganar dinero y pagar los tratamientos médicos de su hermana, y cuando al fin logró curarse, no dejó de lado ese deporte.

Con todo el dinero que había ganado su padre y aprovechando su fama, abrió su propio gimnasio para que adolescentes y jóvenes puedan especializarse en la rama de deporte que quisieran, y vaya que fue un éxito desde el principio.

Cuando llegó al gimnasio de su padre, se fue directamente al área de boxeo para adolescentes. Justo en ese momento su padre Tsukasa estaba entrenando a otros jóvenes de su edad, dos de ellos ya estaban en el ring con los guantes puestos, estaban por empezar su pelea.

─Llegas tarde Junichi ─dijo Tsukasa saliendo del ring, estaba a punto de dar la orden para que esos dos muchachos empiecen su pelea hasta que su hijo llegó.

─Lo siento papá, es que me distraje, pero prometo que no volverá a pasar. ─Dejó su mochila a un lado.

─No te preocupes. ─Se acercó a su hijo─. Ahora tendrás que esperar a que ellos terminen para que sea tu turno. Por el momento puedes ir calentando con el saco.

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