─Esto es increíble, si había uno, entonces debe haber más ─dijo mentalmente al salir de la escuela. Aún no se podía creer el hallazgo que hizo el día anterior cuando regresaba a casa.
Con ojos brillantes, se fue corriendo por le mismo camino que tomó la última vez y llegó hasta una casa abandonada que parecía que también la dejaron a medio construir porque los muros estaban con concreto sin enlucir.
También tenía una gran curiosidad por saber lo que había ahí adentro, pero eso lo dejaría para el fin de semana, ahora tenía otra cosa más importante que hacer.
Menos mal que este barrio no era tan concurrido y rara vez se veía a alguien caminando por ahí, eso sería mejor, así nadie la molestaría o la regañaría.
Se acercó al patio delantero de esa casa, el cual no tenía nada de verde ya que estaba seco, y de su mochila sacó una pala de unos 35 centímetros de largo de mango de madera, pero con hoja y empuñadura de un plástico azul.
─Esto no me debería costar tanto. ─Clavó la pala en la tierra y empezó a cavar.
Los minutos pasaban, y solo fue cuestión de tiempo para que esos minutos se conviertan en horas, hasta que fueron casi las cuatro de la tarde, y el no haber vuelto a casa hizo que sus padres se preocuparan y salieran a buscarla.
─¿No estará en la casa de alguno de sus compañeros? ─Se preguntó Chrome caminando a paso rápido por las calles.
─En ese caso nos hubiera avisado, ¿En donde estará? ─Ruri apresuró el paso casi dejando a Chrome atrás. A veces llegaba un poco tarde de la escuela pero ya pasaron casi tres horas desde su hora de salida, enserio temía que le haya pasado algo malo.
Siguieron recorriendo las calles cercanas de la escuela y las que normalmente usaba para regresar a casa, también cada tanto llamaban a los padres de sus compañeros de clase.
Cuando una niña contestó a una de sus llamadas, esta les dijo la dirección diferente que tomó cuando salieron de la escuela. Eso les fue de ayuda, Chrome trazó en su celular una posible ruta y la siguieron.
Cuando pasaron por una zona bastante tranquila y con casi nadie rondando por ahí, Chrome se fijó en una casa abandonada, pero lo que le llamó la atención fue ver varios agujeros en la tierra del jardín delantero.
Eso le pareció extraño al castaño, y de hecho, en uno de esos agujeros salía más tierra, como si alguien la estuviera sacando de ahí, al principio pensó que se trataba de unos perros, hasta que vio que de ahí salía una niña que conocía bastante bien.
─Ruri. ─Llamó su atención─. La encontré. ─La rubia miró hacia donde señalaba su esposo y fue corriendo hacia su hija.
─¡Lazurai! ¡¿Pero qué haces?! ─Se arrodilló en la tierra sin importarle ensuciar su ropa.
─¿Ah? Hola mami ─habló tranquilamente sin notar la preocupación en su madre y poniéndose de pie limpiándose un poco la tierra, pero fue inútil ya que tenía varias manchas y hasta en el rostro.
Ruri la abrazó contra su pecho estando aliviada de haberla encontrado.
─Te estuvimos buscando por todas partes ─dijo Chrome acariciándole la cabeza, también estaba aliviado.
─¿Qué? ¿Tanto tiempo pasó? ─Lazurai perdió por completo la noción del tiempo, pensó que a lo mucho había pasado una hora. Fue entonces que entendió el por qué sus padres estaban ahí y algo agitados─. Lo siento, en verdad, no me fijé en lo tarde que era. ─Se abrazó a su madre.
─No lo vuelva a hacer ¿entendiste? ─Ella asintió ante las palabras de su madre─. ¿Ahora nos dirás por qué hiciste yodos estos agujeros?
─Esto, pues. ─Se separó de su madre y se acercó a su mochila, la abrió y de ella sacó algo en su mano─. Estaba buscando más diamantes. ─Mostró con emoción lo que, para ella, era un diamante en forma de gota.
─Chrome, ¿eso enserio es... un diamante? ─Ruri no podía creer eso, era imposible.
─Ayer cuando volvía a casa por este camino, noté algo brillante en la tierra y era eso, por eso quise venir hoy para intentar buscar más. ─Dijo orgullosa por su hallazgo y extendió su mano para dárselo a su padre.
El castaño tomó el supuesto diamante y solo le bastó verlo un poco más de cerca para darse cuenta que no era eso.
─Lo siento Lazu, pero solo es un cristal decorativo, seguramente de algún candelabro de techo, debió caerse cuando alguien transportaba uno. ─Cada palabra de su padre fue como un golpe a su dignidad, y eso aumentaba cada vez más su decepción.
─No puede ser. ─Volvió a tomar el cristal y con el ceño fruncido intentó tirarlo, pero su padre lo detuvo.
─Aún lo puedes guardar como un recuerdo.
─¿Recuerdo de qué? ¿De uno de mis fracasos? ─dijo con un puchero.
─No, como una anécdota de aprendizaje, verás que con el tiempo tendrás más experiencia en reconocer piedras y metales, y recordaras esto como algo gracioso.
─¿Enserio? ─su enojo desapareció─. Esta bien, pero quiero que tú me enseñes todo lo que sabes, y también lo que haces en tu trabajo en el laboratorio, quiero aprenderlo todo de ti papá.
Los ojos de Chrome se iluminaron por las palabras de su hija y la abrazó.
─Te lo prometo, pequeña ─dijo suavemente.
─No soy tan pequeña, en unos meses cumpliré doce.
─Ok, como digas, jovencita. ─Sonrió─. Pero ahora tenemos que volver a casa, supongo que debes estar hambrienta.
─Bueno, sí, un poco. ─Para que mentir si ni siquiera había almorzado por estar en esta búsqueda.
─A penas lleguemos a casa te prepararé algo ─dijo Ruri mientras su hija guardaba la pala y el cristal en su mochila─. Y mientras cocino, te darás un baño. ─ Menos mal que su hija tiene otro uniforme de escuela para mañana, solo esperaba que su mochila se seque a tiempo para mañana cuando lo lave.
─P-perdón también por eso. ─Se puso su mochila al hombro y fueron con dirección a casa, con Lazurai delante de sus padres, quienes la veían con cariño.
A pesar de sus pequeñas travesuras inocentes como esta, era una buena hija, bastante curiosa y siempre con ganas de prender más, eran felices con ella en sus vidas y no necesitaban pedir más que eso.
Al fin terminé con este shot para presentar a la hija de Chrome y Ruri 😘😘. También es de los que más disfruté escribir 😊😊. A continuación, su descripción.
Lazurai:
Siguiendo con la tradición de poner nombres de minerales o metales, su nombre en japonés significa "Lazurita" Un mineral silicato de color azul profundo, conocido como "pigmento azul de ultramar" o "ultramarina". Es el principal componente del lapislázuli y el responsable de su color azul.
Para abreviar, la mayoría la llama solo Lazu, lo cual no le molesta.
Ella tiene los ojos azules como su madre, su cabello es de color castaño, lo tiene corto hasta el cuello y con un mechón delante de cada oreja, pero el derecho lo tiene un poco más delgado y más largo que el otro. En su cabello tiene amarrada solo una pequeña cinta de color azul grisáceo en su lado izquierdo.
Al igual que su padre, le gusta coleccionar todo tipo de materiales, siempre ha tenido esa curiosidad de conocerlos. Además de eso, le gusta la ciencia y es una de las razones por las que admira a su padre. Con su madre también es bastante amable y cariñosa.
A veces puede hacer pequeñas travesuras sin la intención de hacerlas, es que no puede con sus ganas de aprender, aunque se frustra con facilidad y está empeñada en superar en conocimiento a... bueno, ya falta poco para que sepan quién.
Hasta aquí el one-shot y presentación de esta nena, ya saben que si les gustó pueden dejar su voto, y si quieren, también su comentario.
P.D
Ahora sí, ya solo falta el SenHaku.
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Siguiente Generación
FanfictionOne-Shots donde presentaré a todos los hijos de mis ships favoritos de Dr. Stone