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26 de septiembre, 2024.

26 de septiembre, 2024

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Estacioné frente a la casa de Eduardo, me habían invitado a almorzar y no pude negarme; vine en el auto de Enzo y voy a ser sincera, casi lo choco, porque no estoy acostumbrada a manejar en auto grandes, la cosa fue que no tenía lugar para estacio...

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Estacioné frente a la casa de Eduardo, me habían invitado a almorzar y no pude negarme; vine en el auto de Enzo y voy a ser sincera, casi lo choco, porque no estoy acostumbrada a manejar en auto grandes, la cosa fue que no tenía lugar para estacionar y yo soy un queso para eso.

Bajé del auto y agarré una bandeja de sándwiches de migas que compré junto a dos gaseosas. La puerta se abrió antes de que llegué y vi a dos morochitas corren hacia mi.

—Charo.— gritaron las dos y me abrazaron fuerte.

—Hola bellas.— las saludé a cada una con un beso en la mejilla, quise entrar pero de lo fuerte que me abrazaban no podía moverme.

—Agus y Valen, suelten a Charo.— Dice Mercedes que se estaba riendo de la escena desde la puerta. Las chicas me soltaron y pude ir a saludar a Mechi.— Hola hermosa, ¿cómo estás?

—Hola Mechi, bien por suerte ¿y ustedes?.— me di un apretón de abrazo y entramos a su casa— Traje esto para hacer como una picadita.

—Eduardo te dijo que no quería verte traer nada.— bufó molesta pero tampoco daba para venir con las manos vacías.

—Bueno, pero no quería venir sin nada. Encima a Valen y Agus les gustan.— le dije, señalando a sus hijas que ya estaban comiendo.

—Parecen dos animales para comer, ¿no pueden esperar a que venga su padre?.— Mechi las reta y vienen a ponerse a mi lado.

—Es que son ricos.— dice Valentina, la mas grande.

—Están para comer, no para mirarlos.— habló Agustina. Tenía razón Eduardo cuando me dijo
que estaban medias rebeldes.

—Vayan a comer a la mesa por lo menos.— les dice y ella salen corriendo al comedor.

—Me estresan.— me dice Mechi cuando las nenas ya no están en nuestro panorama.

Bad Blood. ENZO FERNANDEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora