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5 de octubre, 2024.

5 de octubre, 2024

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—Mira lo hermosa y grande que estás

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—Mira lo hermosa y grande que estás.— mi abuelo me recibió con un fuerte abrazo y un ramo de flores, es mas dulce.

—Abuelo, nos vimos hace cinco meses.— le sonreí porque es re exagerado a veces.

—Bueno, pero creciste.— me vuelve a abrazar y quién soy yo para negarle un abrazo.

Se escuchó el maullido de Kit; estaba en su bolsito y medio asustado, así que metí la mano para acariciar y al instante se relajó al reconocerme.

—Vamos a casa que antes de venirte a buscar preparé la comida. Tenes que alimentarte bien.— iba a agarrar mis valijas pero él fue mas rápido y las llevó por mi.

—¿hiciste milanesas?.— le pregunté cuando subimos a su camioneta.

—No insistas, no te voy a decir.— cruzo mis brazos como caprichosa— cuando lleguemos quiero que me cuentes todo, Charo.

Tragué saliva porque cuando el abuelo se enteré que mi papá se atrevió a pegarme se iba a volver loco.

Cuando llegamos a su casa, yo me quedé re enamorada del barrio porque era re tranquilo y todas las casitas eran hermosas.

—Debe ser re tranquilo vivir acá.— le dije al abuelo, bajando mis valijas y a Kit.

—La verdad que si, te va a encantar vivir acá.— entramos a la casa y yo me quedé helada, nunca vi una casa tan linda, estoy acostumbrada a la pobreza.— anda a lavarte las manos que vamos a comer, después te muestro tu pieza.

Me metí al baño que me señalo al final del pasillo, lo que sería bañarse en esa ducha, Dios.

Mi abuelo Hugo siempre vivió solo después de la muerte de la abuela Marta; el único hijo que tiene, es decir mi papá, lo puso a cargo de la parte legal de la empresa ya que él se había recibido de abogado. En realidad, yo quería hace mucho venirme a vivir con el abuelo, pero mi papá me lo impedía por ser menor.

—Ahí está mi princesa, sentate.— me señala la silla al frente suyo, había preparado el almuerzo y la mesa él solo.

Había preparado tortilla de papa con carne.

Bad Blood. ENZO FERNANDEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora