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2 de noviembre, 2024.

2 de noviembre, 2024

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Ayer empecé a trabajar en la empresa del abuelo, me cansaba no hacer nada en casa; entonces quiso que venga a trabajar con él

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Ayer empecé a trabajar en la empresa del abuelo, me cansaba no hacer nada en casa; entonces quiso que venga a trabajar con él. Básicamente lo que hacía era acomodar los contratos y ver si había algún tipo de error antes de entregárselos a Gemma, quien a su vez se encargaba de la parte legal de la empresa.

Cuando terminé de leerme los contratos, fui a un restaurante argentino que quedaba a la vuelta; iba a pedir empanadas de carne para el abuelo y para mi.

—¿Fritas o al horno?.— me pregunta la chica que trabaja ahí.

—Al horno, por favor.— por más que las fritas me tienten después me caían re mal.

Habrá tardado menos de diez segundos en guardar las empanadas para después cobrarme. Tenían una re pinta, el olorcito ya me hacía salivar.

—Muchas gracias.— le dije cuando me dio el vuelto y volví a la empresa.

Me daba un pánico subirme al ascensor sola pero no había otra manera, o sea, si podría subir las escalares pero te las regalo porque tengo que ir al noveno piso. Al llegar al piso fui directamente a la oficina del abuelo, que estaba renegando con una televisión que le trajeron.

Hoy jugaba Argentina, es decir, Enzo y Juli estaban allá. Se fueron hace tres días. Jugaban contra Uruguay, iban a ganar fácil para mi. Yo opino y no se nada de fútbol.

Enzo me había dicho que quería que vaya pero me negué porque iba a hacer un quilombo, podría haber aprovechado para ver a mis amigos pero la realidad es que en una semana se venían de vacaciones a Londres, lo que mas me mantenía emocionada.

Y si tengo que ser sincera no sabría que hacer si voy de acompañante de Enzo. Todavía no tengo en claro que somos, nunca saqué el tema por vergüenza igual, pero es todo raro. Nos tratamos como novios pero no lo somos, tampoco quiero presionarlo a entrar en una relación.

—Tenías que ir.— me dice mi abuelo, comiendo su segunda empanada, mientras por las tele se vía a los jugadores acomodarse para pronto cantar el mejor himno nacional del mundo.

—No abuelo, así está bien, a parte no quiero faltar al curso de cocina.— Me olvidé de contarles, empecé un curso de cocina porque me agarró una obsesión por cocinar todo el día.

—Que obsesionada estás con ese curso.— se agarra la cabeza porque siempre me termino obsesionando con algo y al final me doy cuenta que no es para mi.

—Dejame abuelo.— me iba a responder pero me hizo el gesto de que guarde silencio porque estaba empezando a sonar el himno nacional.

Que chiquito es Messi al lado del Dibu.

Nadie puede decir que el himno nacional es feo, y no por ser agrandada.

Terminó el himno y a los minutos empezó el primer tiempo, ¿por qué me gusta tanto ver a Enzo correr tras una pelota? me tiene enamorada.

—Que bien que juega Julian.— comentó el abuelo y yo le di la razón, lo habían puesto de titular y a Lautaro de suplente.

—Y el Cuti defiende re bien.— nunca se me ocurriría jugar un partido con él y Otamendi.

Terminó el primer tiempo 0 a 0, pensé que iban a meter algún gol pero hay como diez uruguayos en el arco, dejate de joder. El entretiempo parece una eternidad a veces, tantas propagandas me ponen de los pelos.

En el segundo tiempo la re viví porque a los diez minutos Messi metió uno de esos golazos que siempre hace; mi abuelo enloquecido gritó, seguramente toda la empresa lo escuchó. Yo no grito los goles como desquiciada pero si lo hice cuando Enzo metió un gol a los 40 minutos, las cámaras enfocaron el momento en el que él corría festejando y haciendo una "c" con la mano.

—¿Te... te acaba de dedicar un gol?.— a mi abuelo por un segundo se le fue la voz.

Lo peor es que yo no encontraba la voz, me re quedé en shock por algo que para alguien puede ser una boludez.

—No...sé.

Ya había terminado el segundo tiempo y con el tambien el partido. Se tomaron el tiempo de festejar y saludarse entre todos; hasta que llegó el momento de las entrevistas.

—Dejame decirte que metiste tremendo gol, parecido al que hiciste contra México en el mundial.— presté atención a la tele y vi que estaba Enzo por hablar. Está hermoso.

—Bueno gracias. La verdad es que fue muy difícil el primer tiempo y pero en el segundo se nos dio.— se acomodaba el pelo, se hacía el lindo el hermoso ese. ¿Por qué todos los futbolistas hablan igual?

—Hubo una dedicatoria por ahí.— habló de nuevo el periodista.

—Si.— respondió con una risa— vos ya queres saber todo, que chusmas son.

—Pero no me digas si queres.— los dos se reían y yo también pero de los nervios y la ansiedad.

—Se lo dediqué a mi novia Charo.— ¿QUE? mi abuelo y yo nos miramos al toque, él tampoco creía lo que acababa de escuchar.

¿Novia? ¿Cómo que somos novios?

















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Buenas tardees, cómo están? espero que todxs estén bien <3

Les dejó otro capítulo, este es mas cortito igual, pero espero lo disfruten 🤍

con mucho amor,
Josefina 🌷.

Bad Blood. ENZO FERNANDEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora