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—Paren, ¿pueden caminar despacio?.— Laura trataba de caminar rápido con esos zapatos que se había puesto.
—Jodete por ponerte esos tacones.— Martin últimamente ya no le tiene paciencia a Lau.
—Vení que te ayudo.— Juli se acercó para sacarle los zapatos y le índico que se suba a su espalda.
—Hoy la pones, hermano.— habló mi novio, dándole una palmada en su brazo.
—Ay callate, idiota.— le contesta Laura, cosa que nos hace reír a todos.
Estamos yendo a un restaurante que nos recomendó mi abuelo. En realidad, íbamos a ir Enzo y yo, pero Martin nos mandó al frente y los otros dos quisieron venir.
Cuando entramos al lugar ya sabía que íbamos a dejar un riñón, pero bueno, hay que darse el gusto. El chico de la entrada nos índico donde estaba nuestra mesa, así que nos sentamos a chusmear un rato hasta que nos trajeron la carta del menú.
—¿Qué vas a comer, amor?.— me pregunta Enzo, colocando su mano en mi muslo.
—No sé, todo tal vez.— él se rie pensando que lo jodo, pero no, tengo mucha hambre.
—¿Pedimos un asadito?.— la pregunta de Julián iba para Enzo.
—Si dale, me da igual.—le contesta mientras yo sigo viendo que puedo pedir.
Quiero pedir un montón de cosas, pero siento que voy a quedar como una muerta de hambre.
—Buenas noches, ¿Pensaron que van a pedir?.— una chica se acercó a tomarnos el pedido.
—Buenas noches. Si, para nosotros dos asado...— le responde Enzo.
—Yo voy a pedir ñoquis con salsa blanca.—uuuhh que rico, yo también quiero.
—Para mi una milanesa con papas fritas.— Matu es un nene todavía.
—¿y usted?.— me pregunta la chica.
—Bueno... yo voy a querer los ñoquis con salsa blanca, la milanesa con papas fritas ¿podrán ponerle huevo frito arriba?.— la chica asiente mientras escribe.— y por último, una tortilla de papa.
Martin, que estaba frente a mi, no me sacaba la mirada de encima. Enzo había aflojado su agarre en mi muslo.
—¿Para tomar?.
—Agua, por favor.— la risa de Enzo se escucha perfectamente.
—Nosotros vamos a querer un vino.— Laura responde por los demás.
—Cualquiera está bien.— se adelanta a decirle Julian, antes de que la moza pregunte por algún vino en particular.
Cuando se fue, se llevó todas las cartas del menú.
