24

7.1K 325 18
                                    

5 de noviembre, 2024.

Me desperté con un dolor de cuerpo horrible, encima tenía a Enzo pegado a mi, uno de sus brazos estaba bajo mi cuello y el otro sobre mi cintura. Lo tenía tan cerca que podía sentir todo.

Despacio y sin despertarlo me di media vuelta teniendo como vista el techo, pero desvié mi mirada a Enzo, quien estaba durmiendo lo mas profundo. Con mi mano empecé a hacer dibujos imaginarios en su brazo, delineando sus tatuajes.

En este momento probablemente soy la mujer mas feliz del mundo; la sensación de despertarse con este hombre me altera en todos los sentidos.

—Buen día pecosa.— escuché su voz mañanera sobre mi oído.

—Buen día. No te quería despertar, perdón.

—Tranqui.— dejó pequeños besos por mi hombro y cuello. Ay no, mis hormonas.

—Vamos a desayunar, tengo hambre.— le dije intentando levantarme pero su brazo sobre mi me lo impidió.

—Antes podrías ayudarme.— mi mirada se centra en él y su sonrisa hermosa.

—Si, ¿que necesitas?.—le pregunté amable y él lo que hizo fue destaparse, dejándome ver su cuerpo casi desnudo porque durmió solo con el bóxer.

—Ya sabes, dale.— tragué saliva pero obedecí y me arrodillé a un lado de su cuerpo.

Los sacrificios que hacemos algunas.

Desayuné en la casa de Enzo y después salí corriendo, literalmente, porque llegaba tarde a la empresa del abuelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desayuné en la casa de Enzo y después salí corriendo, literalmente, porque llegaba tarde a la empresa del abuelo. Al llegar me vio con sorpresa porque venía toda despeinada y agitada.

—Tenes una cara de dormida.— me dice lo obvio.

Es que Enzo no te deja dormir, abue.

—No escuché la alarma.— le mentí pero se que se dió cuenta porque soy malísima mintiendo.

—Anda a leer los contratos, creo que te dejaron como veinte.— fuaaa.

Antes de que me vaya para mi escritorio, el abuelo me frenó.

—Toma.— me dio un vaso de café— lo vas a necesitar mas vos.

—Gracias abue.— lo abracé porque lo amo muchísimo, y ahora si, enfrenté la vida adulta yendo a trabajar.

Gemma estaba bastante apurada y quería los contratos rápido, así que me puse a leerlos rapidísimos, corrigiendo algunas cosas y por último se los lleve a su escritorio.

Tenía que armar mi currículum para entregar en algunos lugares, no iba a trabajar acá para siempre, solo es una ayuda que me dio el abuelo.

Tenía que armar mi currículum para entregar en algunos lugares, no iba a trabajar acá para siempre, solo es una ayuda que me dio el abuelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Juli:
que hacen feos

Charo:
recién termino de leer unos contratos
ustedes? entrenan?

Enzo:
ya están rompiendo las bolas

Juli:
No entrene hoy, pero mañana nos hacen
doble turno 😩
Re mala onda sos Enzo

Charo:
que paja, Juli

Enzo:
re vago es, se queja de todo

Juli:
habló

Enzo:
sh Julian, sos un nene peleando

Charo:
los dos son unos nenes peleando

Enzo:
Que te metes, Charo? ya vas a ver vos

Juli:
Charo se hace la madura y todavía ve
las pistas de blue

Charo:
no te metas con blue

Enzo:
una pendejita malcriada es, ya
la voy a educar yo 😌

Juli:
me voy antes de que Enzo tire un
comentario que probablemente me
traume de por vida, como siempre
visto

Me habían traído más contratos así que me puse unos anteojos, que solía ponérmelos cuando mi vista ya estaba re mil cansada.

—Traje milanesa con papas fritas.— me dice mi abuelo cuando pasa por mi lado con una bolsa.— cuando termines veni a comer a mi oficina.

—Si señor.— lo jodí pero me auto apuré para terminar rápido e ir a comer. Y así fue, porque le llevé los contratos a Gemma y después fui a comer con el abuelo.

—¿Charo, que onda con Enzo? ¿ustedes se cuidan? mira que yo me muero si estás embarazada ahora.— que exagerado.

—¿Justo cuando estamos comiendo me tenes que nombrar el embarazo, abue?.— me reí porque está re perseguido con ese tema.

—Me preocupo por vos.— me dice agarrando mi mano.

—Abue, estoy re bien con Enzo. Hace años no me sentía de esta manera.— le dije siendo totalmente sincera.

—No quiero que te lastimen otra vez.

—No va a pasar, abue.— lo abracé bien fuerte, como cuando era chiquita y no quería que mi papá me aleje de él.

—Está bien, pero cuidate porque los embarazos ahora están a full.— me dice totalmente serio y yo no pude evitar carcajearme.

—Abuelo, no es una moda el embarazo.

¿O si y no lo sabía?





















•  •  •  •

Feliz lunes bellxs, espero que tengan un hermoso día y disfruten de este capítulo cortito.

No quiero cansarlas con el mismo mensaje de siempre, pero gracias de verdad, porque llegamos a los 4k de lectura; me hace muy feliz. Gracias, las amo 🥹❤️


con mucho amor,
Josefina🌷.

Bad Blood. ENZO FERNANDEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora