♞ El Principito y el zorro

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Después de la conversación con Ava, casi una semana atrás, todo cambió entre nosotras

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Después de la conversación con Ava, casi una semana atrás, todo cambió entre nosotras. 

Me propuse, en primera instancia, ser honesta con ella; y en segunda, no volver a cruzar las barreras que evidentemente ella necesitaba poner conmigo. Comprendí rápido que, si seguía esas dos reglas, funcionábamos muy bien. Demasiado bien. Ella era una mujer inteligente, entendía el negocio y, cuando lograba vencer su orgullo, veía más allá del presente.

Por eso, cuando accedió a aprender a trabajar con redes sociales, no pude quedarme menos que boquiabierta. Tan pronto como tuve oportunidad, llamé a Geoffrey.

No sonó más de tres veces hasta que él atendió.

Ey, ¿cómo va todo, Blakey? ¿Qué tal la vida ecuestre?

—No me quejo. Mejorando, aunque parezca increíble. —De fondo se oía el ruido del tráfico y de conversaciones ajenas—. ¿Estás conduciendo?

¿En Londres? No lo creo —bromeó y maldijo por lo bajo—. ¿Entonces ya estás pensando en volver?

—¿Para rescatarte de la editorial? Ya quisieras... —Supuse que estaría luchando con parte de los empleados que, con seguridad, también se habían tomado vacaciones, aunque no lo dijo. La gestión de la gente no era algo que se le diera bien, por eso era parte de mi trabajo. Por lo menos el verano era una temporada tranquila para la revista. Él sería capaz de encargarse de eso—. Pero en serio, ¿cómo está todo?

Erm... —Sonaba distraído, y fruncí el ceño preguntándome si ocurría algo—. No te preocupes. Las cosas están bien. Los pasantes terminaron las prácticas y la mayoría del personal que está de vacaciones entregaron sus artículos por adelantado. Tal vez podría enviarle algunos para que los revises...

—Por el amor de Dios, Geoffrey, escúpelo —lo interrumpí, ya exasperada por sus divagaciones—. ¿Qué pasa?

Juno.

—¿Juno?

Geoff, Juno y yo fuimos compañeros en la misma escuela secundaria y, aunque compartimos clases, no llegamos a ser amigos cercanos. ¿Por qué? Principalmente porque él había hecho la vida de Juno un infierno y ahora, durante los últimos seis meses, ella había estado trabajando para nosotros. Para desgracia de Geoffrey, Juno fue una gran incorporación para la revista y, para empeorar aún más las cosas, había crecido en talento y belleza. No era una gran combinación en este caso. Muchos menos cuando se trataba de Geoffrey.

Es complicado —exhaló y supe lo que significaba. Esto se estaba poniendo demasiado personal y, cuando se trataba de nuestros empleados, se volvía peligroso.

—¿Qué quieres decir con complicado? —Me puse de pie, sintiendo de repente el cambio en la forma en que hablaba—. Geoff, ¿qué hiciste?

¿De verdad vas a hacer que lo deletree?

El arte de ceder (o La indómita naturaleza de Ava) © - GirlsloveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora