♞ Ojos de niña

7.8K 825 230
                                    

—¿Adónde fue Blake? —Quise saber en cuanto regresé al palco que teníamos reservado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Adónde fue Blake? —Quise saber en cuanto regresé al palco que teníamos reservado.

Me había ido a dar una vuelta hasta que Ava regresara porque me aburría demasiado estando ahí sentada sin hacer nada.

—Ava vino a buscarla —respondió la abuela con la vista enfocada en uno de los jinetes saltando los obstáculos en la lista delante nuestro.

Bufé.

A pedido de Blake me quedé cerca mientras esperábamos a Ava, ¿y en la primera oportunidad que tenía de iba con ella?

—Pero, ¿por qué? Dijimos que iríamos juntas.

—Ava vino por ella, Elinor —señaló alzando las cejas.

Al menos la abuela no me trataba como una niña que no entendía nada. Al menos me hacía usar la cabeza.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?

—No lo sé.

—¿Y Frank? —Busqué alrededor, notando que él tampoco estaba.

—Se fue hace unos momentos.

Con bronca, miré hacia la pista donde la competencia seguía. No tenía ganas de quedarme ahí y me molestaba que Blake hubiese decidido dejarme.

—Siéntate. Regresará pronto.

Hice caso omiso a su pedido. Retrocedí dos pasos.

—Elinor... —advirtió la abuela dirigiéndome una sería mirada.

—Será solo un ratito...

Con velocidad, giré sobre mis talones y troté lejos de ella.

Sabía que la abuela no vendría a buscarme ni gritaría mi nombre. Le importaban demasiado las apariencias como para hacer un escándalo en un lugar tan elegante como este.

Para prevenir que comenzara a llamarme como una maniática, puse mi celular en "no molestar" y, con una risita triunfal, continué mi recorrido en dirección opuesta a la pista. No quería darle tiempo a que cambiara de idea y me siguiera.

Pasé apresurada cerca de un bistró con mesas en el exterior, a través de varios grupos de personas hasta que vi una figura que me resultó familiar.

Cabello corto y castaño, pantalones oscuros y blusa sin mangas azul marino.

—¡Blake! —la llamé agitando el brazo en cuanto estuve a una distancia razonable.

Como yo, caminaba con prisa sobre el césped tupido. Su mirada se posó en mí, su ceño se frunció.

—Eli, ¿qué haces aquí? Pensé que estabas con tu abuela... —Ella no detuvo el paso cuando nos encontramos a medio camino y me vi obligada a seguirla a ritmo acelerado.

Parece que estaba apurada.

—Te estaba buscando–

—Els, será mejor que regreses al palco, ¿de acuerdo? Necesito ocuparme de algo.

El arte de ceder (o La indómita naturaleza de Ava) © - GirlsloveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora