El chacal de Nueva York

Capitulo VII: Acoso.

El primer encuentro fue un éxito. James ayudó a Terry a ponerse de pie, al verla herida la cargo entre sus brazos hasta el paradero del autobús. Ahí la agente se sentó viendo su ensangrentada rodilla.

- ¿Duele? -Preocupado.
- Un poco -revisando su herida.
- Es la primera vez que una chica cae sobre mi espalda -rio.
- Siempre hay una primera vez.
- ¿Quieres que te acompañe a algún lugar?
- ¿Por qué?
- Tu rodilla no deja de sangrar, no se ve bien.
- No seas exagerado -riendo-. Esto no es nada, créeme.
- ¿Y tu mano?
- Estoy bien, en serio.
- ¡Que fuerte!
- Somos el sexo fuerte.
- No discutiré eso -sonrió.
- Linda sonrisa.
- Me lo han dicho.
- Que galán eres Maslow.
- ¿Maslow? -Frunciendo el ceño-. ¿Cómo sabes mi apellido?
- ¿Qué?
- Te dije sólo mi nombre.
- Oh, claro -rascó su nuca- es que yo... -carraspeó- ya lo sabía -el chico la miro intrigado-. Veo las noticias.
- Sabes que casi fui secuestrado.
- Sí, y también que un chico murió.
- Michael Thompson -desviando la mirada.
- ¿Por qué te seguían?
- Ni yo lo sé. Discúlpame pero no creo que sea buena idea hablar de esto contigo.
- Por supuesto -incómoda-. Ya me voy.
- No quise ser descortés.
- Está bien -sonrió amable.
- Si quieres podemos ir por un jugo o un café. Ahora iba al restauran de la esquina para almorzar.
- Me encantaría.

Antes de que James y Terry se pusieran en marcha el teléfono de él sonó. Lo sacó de su bolsillo, era un mensaje de texto. Al leerlo, el rostro de Maslow cambió por completo. El sudor se apoderó de su frente, el rosa de sus mejillas se perdió y las pupilas se dilataron ocultando ese color avellana.

- ¿Qué pasa?
- Me tengo que ir. Discúlpame.
- Bien, de hecho, también debería irme.
- Podríamos vernos después.
- Eso espero -animada-. Tenemos un café pendiente.
- Si.
- ¿Cómo te ubico?
- Te llamaré, dame tu número.

La chica accedió y anotó su número telefónico en los contactos de Maslow. Se despidió, quitó los patines de sus pies y camino descalza hacia el final de la calle en donde la esperaba el auto aparcado con sus compañeros en el interior.

- ¡Watson, tu caída fue muy real! -Aplaudió Kendall.
- ¡Fue real, idiota! -Golpeándolo-. Y para que sepan, dolió mucho -alegó.
- ¡Pueden callarse! Maslow está marcando.
- Llegó un mensaje a su teléfono.
- Lo sé, ya lo leí.
- Me asusta -murmuró.
- Te escuché -Kendall se sonrojo.
- ¿Qué dice?
- Léelo tú misma.
- "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde."
- Amenaza directa.
- Guarden silencio, hablará.

Desde la laptop de Carlos se podía oír la conversación que James mantenía con alguien, por su acento era obviamente un francés. James le preguntaba si todo estaba bien en casa, Françoise afirmaba que así era.
Maslow habló sobre la nueva amenaza, Longoria exigió que se quedara en el gimnasio, en unos minutos pasaría por él.

13:00 pm, Oficina del FBI.
Manhattan.

Wesley se intereso en la ayuda que Samantha Lorens podría proporcionar al equipo. La llevó a ella y al detective Corey a su oficina. Había mucho de qué hablar y el tiempo se volvía cada vez más en su contra.

- Sabía que personas de la CIA se involucrarían en esto, y nadie me creyó -victoriosa.
- Si, si -sin darle importancia-. Felicidades por su sexto sentido señorita Lorens. Lo único que le pido será discreción -advirtió Wesley.
- ¡Sí, sí! -Emocionada-. Por eso ni se preocupe y lamento mucho patearlo antes, también siento llamarlo animal -sonrojada.
- Me han dicho cosas peores -sonrió viéndola de pies a cabeza.
- Samantha -interrumpiendo ese coqueteo- el Mayor Wesley cree que usted podría ser de gran ayuda.
- Trabaja para The New York Times, ¿no?
- Hace tres años -confirmó-. Estoy a cargo de las crónicas policiales. De hecho, el detective Corey ha sido mi fuente de inspiración.
- Se lo dije, es mi fan número uno -riendo sarcástico.
- Necesito que escriba sobre El chacal de Nueva York.
- ¿Chacal? -Su barbilla tembló.
- Así lo hemos denominado.
- Entiendo -sus ojos verdes se imprimaron en temor.
- Si ocupa alguna portada se sentirá alagado. Esto lo motivará pero al mismo tiempo será una trampa.
- Se sentirá confiado.
- Exacto.
- Aumentaremos su ego y ese será su error, confiará demasiado en si mismo.
- Y en la confianza está el peligro -Corey miro a Wesley.

Antes de seguir hablando con la nueva integrante del equipo sobre la psicología inversa que ejercerían en el asesino, fueron interrumpidos por Jessica.

- Watson 1, pasa por favor.
- Permiso -vio a Samantha- hola.
- Hola.
- Ella es Samantha Lorens, trabaja para The New York Times.
- Mucho gusto -incómoda- soy Jessica Watson.
- Watson es la mejor medico forense que tengo bajo mi cargo -Jessica sesonrojo-. La mejor de todas -dándole un suave apretón a sus hombros.
- Mayor Wesley -temblando- hago lo que puedo -sonrió tímida-. Detective Corey-saludo con un movimiento de cabeza.
- Señorita Watson -la imitó.
- ¿Qué es lo que nos tienes?
- Se llevaron el cuerpo de Michael Thompson y la familia de Rebecca Coleman yase enteró.
- Interrogaré a los más cercanos en persona. Algunos oficiales estánentrevistando a las últimas personas que la vieron con vida.
- ¿Cómo?
- El mismo que asesinó a Michael Thompson, mató y masacró a una prostituta-dijo sin titubear el Mayor.
- Masacró -tragó saliva.
- Es un chacal -asumióCorey.
- Dios mío -tocando sus sienes.
- Genial -viendo su teléfono.
- ¿Pasa algo, jefe?
- Pena acaba de reenviar un mensaje, Maslow recibió una nueva amenaza -serio

Se viene el "baño de sangre" . Pensé en cancelar esto, pero bueno, si lo inicie lo termino. No?  Sorry si hay faltas, muuuuuchas gracias por sus lecturas. Si pueden votar y comentar bienvenido sea.