Cuando abro los ojos ya no tenía a Finnick a mi lado, y por un momento me inunda el terror: le habrán hecho algo? Se habrá perdido? O quizás comido algo venenoso?
Me levanto de golpe, buscándole a mi alrededor mientras mi pánico iba en aumento y me costaba respirar cada vez más. No, esto no puede pasar. No quiero volver a estar sola después de haberlos encontrado.
- ¿Eris? ¿Estás bien? - escucho a mi lado. No me había dado cuenta de que estaba en el suelo temblando sin parar - Eris, mírame, ¿qué ha pasado?
Levanto la mirada y los veo ahí, a Finnick y Lisa, ambos con una gran expresión de preocupación en sus rostros. Sin decir nada aún me lanzo a los brazos de Finnick, quien estaba más cerca mío, y él me devuelve rápidamente el abrazo.
- Eris, ¿ha pasado algo? - insiste Lisa.
- No, perdón - contesto ya más calmada -. Es sólo que me he despertado y estaba sola y... No sé, he empezado a pensar lo peor. Siento haberos hecho preocupar, de verdad.
- Eris, no pidas perdón por eso - contesta Finnick mientras acaricia suavemente mi espalda - Habíamos ido a revisar un par de trampas que pusimos ayer antes de dormir, deberíamos haberte despertado pero... Dormías muy plácidamente. No quería... - no acaba su frase, simplemente se queda mirándome con unos ojos que se expresaban mejor que sus palabras. Veía en ellos su arrepentimiento y preocupación, pero, Dios, también seguía viendo esa gran belleza suya. No podía apartar la mirada.
Jamás habría creído que diría esto sobre los ojos del arrogante Finnick Odair.
- Bueno... - escucho que empieza a decir Lisa, sacándonos a ambos de... lo que sea que estaba pasando - Voy a terminar de revisar la última trampa. No os mováis, enseguida vuelvo.
Se me escapa una pequeña risa ante esta extraña situación. Que vergüenza, seguro que todo Panem nos esta viendo ahora mismo.
- Tienes unos ojos preciosos - me suelta Finnick de la nada.
- ¿Qué dices? Si son literalmente negros. Como el carbón. Ni siquiera se puede ver donde tengo las pupilas.
- Eso es precisamente lo que los hace tan hermosos. Son infinitos, como si me hundiera en ellos cada vez que los miro más y más - me empiezo a sonrojar rápidamente ante lo que está diciendo y la media sonrisa que se le escapa. Sin mencionar su mirada de embobado sobre mí. Dios, me va a atravesar si sigue así.
- Finnick
- ¡Eris! ¡Finnick! ¡Corred, rápido! - escuchamos de lejos. Era la voz de Lisa.
Sin darme cuenta ya estábamos ambos de pie, corriendo en dirección opuesta a donde venía la voz.
- ¡Finnick! - le grito como puedo - ¡Tenemos que ir a por Lisa!
Veo como tiene una expresión completamente seria mientras se lo piensa. Hasta que para de golpe y da la vuelta. Obviamente yo le sigo, tenemos que salvarla. Pero mientras corremos escuchamos un cañón. Se me para el corazón pero seguimos corriendo. No puede haber sido de ella. No.
Finnick se adelanta, corre mucho más rápido que yo, y cuando llego él ya estaba ahí, arrodillado en el suelo con un cuerpo delante suyo.
- Finnick - digo acercándome, con los ojos ya llorosos.
Y ahí la veo. Tirada en el suelo y llena de sangre. Aún con los ojos abiertos y una mirada de pánico.
Me dejo caer al suelo al lado de Finnick, sin poder dejar de mirarla aunque tenga la vista nublada con lágrimas.
- Nos ha salvado. Ha preferido advertirnos antes que pedir ayuda. Ha luchado, pero no ha podido ella sola - empieza a decir con un hilo de voz. Se notaba que si hablaba un poco más fuerte rompería a llorar.
- Pero Finnick, quien la haya atacado, ¿no seguirá por aquí?
- Mira su espada - hago lo que dice y veo como esta completamente ensangrentada, casi hasta la empuñadura - Lo ha dejado bien herido, no creo que se quiera arriesgar a que acabemos con él.
Se levanta, pero yo no puedo. La han matado mientras nosotros escapábamos, la podríamos haber salvado. ¿Porqué no hemos corrido hacia ella? Me siento culpable, muy culpable. Estamos en los Juegos del Hambre, pero no sé, era una chica muy inteligente, valiente y amable. Podría haber ganado seguro. Pero ya no vale la pena pensar en eso. No ahora que ya no tiene ni una sola oportunidad.
- Eris, vámonos. Dejemos que la recojan. Es lo mejor. Ven aquí.
Me ayuda a levantarme y se queda a mi lado, abrazándome, mientras nos alejamos lentamente. Cuando estamos a una distancia prudente nos giramos y vemos al instante como su cuerpo está siendo recogido. Una imagen que duele demasiado para mi. Me abrazo al pecho de Finnick, no quiero ver eso. Quiero desaparecer, volver a casa, a tener 11 años para siempre y no tener que estar aquí. Me siento tan estúpida por haberme presentado voluntaria como tributo. Lo había hecho por Alice, sabía que yo tenía al menos una oportunidad, pero ya ni sé si era lo correcto. ¿De verdad yo podría ganar si acaban de asesinar a una de las mejores tributos? ¿Con Finnick aquí también? Lo dudo mucho, pero tengo que aguantar, debo hacerlo.
- Vamos a buscar las cosas que hemos dejado al lado del lago. - le digo a Finnick apartándome de su pecho ahora húmedo por mis lágrimas. - Busquemos otro sitio para quedarnos.
La historia sigue, ¿quien será el siguiente?
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~soni🐉
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Muñeca Del Capitolio (FINNICK ODAIR)
FanfictionEris es una dulce niña del distrito 12... Eso es lo que piensa el Capitolio cuando se presentó voluntaria por su amiga en su primera cosecha. Lo que no saben es que estaba más preparada que los demás tributos... Esta historia está situada en los 66º...