Capítulo 21

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Vuelvo a la realidad en sentir los brazos de Finnick rodeándome. Lo habíamos hecho. Hemos acabado con Mary. Estamos los dos. Solo quedamos nosotros.

No puedo evitar que me salten las lágrimas. ¿Y ahora qué?

- Lo hemos hecho, preciosa - dice Finnick besando mi cabeza.

- Sólo hay un ganador... - susurro.

Parece ser que Finnick no había pensado en eso, ya que automáticamente se paraliza y me mira con una gran pena.

- No, no... - empieza a decir - Debe haber algo que podamos hacer... Quizás si lo pedimos...

- Finnick, no. Sabes que no servirá de nada - el Capitolio no se dejaría manipular de esa manera, querría decirle.

Casi sin pensarlo empiezo a mover la mano donde tenía mi espada. Estaba decidida. Él lo merece. Él ya es un vencedor. Él gusta al público, a la gente del Capitolio. Él conseguirá una buena vida. Podrá remontar esto y mucho más.

No habría pensado jamás que me enamoraría de esta manera aquí. Le quiero, y merece vivir.

Antes de que pueda percatarse, hundo la espada entre mis costillas. Siento el frío acero inundando mi interior, y todo empieza a ser muy borroso.

- ¡Eris! Eris, por favor, no. ¿Por qué...? - empieza a balbucear Finnick - Eris, no. No debía acabar así. No...

- Finnick - empiezo a decir con mis últimas fuerzas - te quiero. Recuérdalo. Lucha. Por nosotros, por esto, por todos. Es lo único que pido. Nunca dejes de luchar.

- Eris, no... - siento como solloza contra mi cuerpo, cada vez más frío.

Me fijo en su pelo, tan suave y brillante como el primer día que nos vimos, con sus rizos tan característicos y el color dorado propio de su distrito. Puedo olerlo, y sorprendentemente huele genial, aún habiendo estado aquí todo este tiempo. Quiero acariciarlo, pero mis brazos ya no responden, se sienten más pesados que nunca. Sólo quiero cerrar los ojos y dormir, estoy muy cansada.

Echaré de menos a mis padres, todo lo que me han enseñado durante tantos años y que me ha servido para llegar hasta aquí. También a Alice, pero jamás me arrepentiré de haberme presentado en su lugar. Ella no merece esto.

Paro de pensar en todo y simplemente me dejo llevar en los brazos de Finnick, cerrando los ojos y sintiendo como todo se apaga.


































Finnick

Escucho el cañón, pero no quiero aceptarlo. No quiero separarme de ella. Sé que había alguna manera, deberíamos haberlo pensado. No esperaba que ella reaccionara de esa manera. Que se sacrificara por mi.

No sé cuánto tiempo paso así, pero llegan unos hombres que me arrastran lejos de ella. Y no hay nada que pueda hacer.

Siento un pinchazo en mi brazo y mis ojos empiezan a cerrarse solos.

Cuando abro los ojos veo que estoy en una sala blanca, encima de una camilla. Hay dos personas del Capitolio trabajando en algo en una mesa de al lado, y justo enfrente está Haymitch sentado.

- Habéis sido muy valientes. Los dos.

Siento eso como un golpe de realidad, y no puedo evitar llorar en recordar a Eris.

- Te están preparando para tu entrevista de vencedor. Yo de ti controlaría un poco las lágrimas, pero no mucho. A la gente le encanta el drama, ¿verdad? - dice en dirección a las otras personas de la sala, que incómodas por eso, la abandonan y nos dejan a solas.

- No seré capaz.

- Mira, chico. Eres listo, eso lo sé. Ya has sido vencedor, y sabes lo que pasa si no le gustas a la gente. Aprovecha tu carisma. Y por cierto... - se acerca a mi en un susurro, para que no se escuche nada afuera - Lo último que te dijo, lo de luchar. Si decides hacerle caso, contacta conmigo.

Antes de que pueda contestarle, abandona la sala junto a un vaso lleno de licor.

Yo vuelvo a dormirme, intentando no pensar en nada.




No acaba aquí, en breves subiré el epílogo🤭

Feliz año!!!

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~soni🐉

Muñeca Del Capitolio (FINNICK ODAIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora