Capítulo 20

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Recorrimos el bosque hasta la noche buscando a Mary, y yo no podía evitar sentirme en parte culpable. Se suponía que me había aliado con los profesionales para acabar con ellos rápidamente, y así poder asegurar mi vuelta a casa, pero ya no lo tenía todo tan claro.

Primero con Mary. De alguna manera fallé, y no conseguí matarla. Ahora solo habré conseguido que venga no solo a por mi, sino también a por Finnick. No quiero pensar que por mi culpa él acabe muerto. Es más, mejor no pensar en qué puede pasar. Conociéndolo, seria capaz hasta de dar su vida para salvarme a mi, y eso jamás me lo perdonaría.

Antes de que mis pensamientos me comieran por completo, Finnick propuso parar a descansar un poco.

- Duérmete un poco, Eris. Se te ve muy cansada, ya vigilo yo.

- Sí, gracias.

Me tumbé en el suelo, bien cerca de él para mantenerme caliente. Hacía un frío horrible, y no queríamos encender una hoguera por si Mary nos detectaba y atacaba por sorpresa.

Justo en ese momento se iluminó el cielo, mostrando a tributos caídos.

- Finnick, ¿cuántos quedamos? - le pregunto, había perdido la cuenta durante esos últimos días.

- Tres. Tú, yo y Mary.

En ese momento me congelo. Eso querrá decir que se acerca el final, la última lucha. Me apuesto lo que sea a que la gente del Capitolo no podrá despegar sus narices operadas del televisor, esperando ver más sangre.

Intento dormirme, pero el frío era cada vez más y más fuerte. Lo notaba entrando a mi cuerpo a través del suelo. No podía parar de tiritar, y me acerqué más a Finnick, pero él también estaba igual.

- Ha-hace mucho frío - susurra con dificultad - Caminemos un poco para entrar en calor.

Nos levantamos y empezamos a movernos en línea recta, pero ahí hacia aún más frío. Venía de todas partes, el suelo era helado, y había una brisa ligera pero congelada. Decidimos ir en una dirección donde el viento no nos molestara, y curiosamente el frío iba desapareciendo.

- ¿Qué acaba de pasar? ¿Sabes si también controlan el tiempo? - le pregunto a Finnick.

- Supongo que sí. Eso ha sido raro.

Justo en ese momento escuchamos algo por delante nuestro, o a alguien.

Nos escondemos rápidamente para ver a Mary, también con aspecto de tener frío, yendo hacia nuestra dirección.

- No te escondas Eris, sé que estás aquí. Te he escuchado a ti y a tu estúpido novio. ¡Sal a luchar cobarde!

Quería salir y acabar con ella, pero Finnick me detuvo durante un momento. Ahí pude observar la condición en la que estaba Mary. Su ropa estaba toda manchada con sangre, barro y más cosas que ya no sabía qué eran. Se le notaba mucho la falta de comida, sobre todo en la cara, donde se le marcaban con diferencia las ojeras. Tenía un tono muy pálido de piel, casi enfermizo, y también cojeaba un poco.

- Ven aquí y remátame, ¿no? Sé que lo estás deseando. Vamos, enséñale a todo Panem cómo es en realidad la niñita tan inocente. Enséñales la clase de monstruo que eres, ¡vamos! - empieza a gritar, con la voz desgarrada y lágrimas en los ojos - Yo confié en ti. Convencí a los demás de tenerte con nosotros, que eras buena persona y serías un buen apoyo. Ojalá hubiera escuchado a August, dios. Desearía no haberme fiado de ti. Al menos sal a dar la cara ahora.

No pude resistirme más y me deshice de la mano de Finnick, saliendo de nuestro escondite.

Mary, sin pensárselo dos veces, salió corriendo hacia mí, con una espada en la mano. La esquivé tan rápido como pude y logré agarrar mi propia espada justo a tiempo para parar su próximo ataque. Nos pusimos las dos de pie, frente a frente, y empezamos la última lucha de estos juegos.

Sus golpes eran fuertes a pesar de lo débil que se veía. Podía sentir su ira contra mi en cada uno, todos llenos de venganza. Yo lograba mantenerlos a ralla, pero tampoco superarlos para atacarla.

Finnick seguía escondido, esperando el momento justo en el que Mary estuviera distraída para atacarla. Me daba miradas serenas y tranquilizadoras, diciéndome que todo iba a salir bien.

Sin embargo, Mary no bajaba la guardia. Vi que si no subía el nivel acabaría muerta, así que apreté e hice un pequeño ataque, pero que sirvió para romper esa monotonía que tenia nuestra lucha, sorprendiéndola.

Allí fue cuando Finnick aprovechó para clavar su tridente en la espalda de Mary.

Ella frenó en seco, y miró al arma sobresaliendo de su cuerpo. Empezó a toser sangre y cayó al suelo. Murió con su mirada fija en mi, aún con ese aire vengativo, pero también con aceptación de que su hora había llegado.







Pobre Mary :(

El próximo capítulo será el final, ya casi terminamos la historia🤭

Y por cierto, feliz navidad a todos!!

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~soni🐉

Muñeca Del Capitolio (FINNICK ODAIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora