La multitud no para de gritar, aunque no es por mi. Los del distrito 8 llevan mil telas encima, llaman mucho la atención. Sé que por ahora son de los favoritos.
Cuando llevamos unos minutos, me doy cuenta de que he estado todo el rato con cara de amargada. Se supone que soy una inocente niña, así que vuelvo a poner esa sonrisa falsa y saludo a la multitud. Para mi sorpresa, les encanta, y estoy un rato en las pantallas.
Cuando llegamos al final, el presidente Snow hace un discurso, aunque no le hago caso, no quiero escuchar palabras de una serpiente, aunque tengo que mantener mi aspecto inocente.
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- ¡Habéis estado geniales! - nos grita Effie cuando bajamos del carro.
- Sí, me ha sorprendido tu actitud, Eris - dice Haymitch. Verdad, no le he contado nada.
- Tenemos que hablar en privado - le digo susurrando mientras paso por su lado dirigiendome a los ascensores.
En ese momento veo a Finnick hablando con sus tributos. Sí, me atrae, pero qué pareja tan rara formamos. Veo que él también me observa, y aparto la mirada. No quiero ser una psicópata. De momento.
Como me he subido al ascensor sola, llego al piso sola. Está lleno de muebles refinados. No me gusta nada, así que voy casi corriendo a una habitación con mi nombre, que supongo que será para mí. Pero es aún peor. Es gigante, y tiene pantallas y mandos por todos lados.
Paso de todo y voy al baño para darme una ducha para relajarme, pero no lo consigo. Hay mil botones para personalizar la ducha, y acabo oliendo entera a vainilla.
Como odio estas tecnologías.
Salgo de la habitación y me encuentro con Haymitch.
- Sígueme - me dice, y obedezco.
Me lleva por unas escaleras hasta llegar a una especie de terraza donde se puede ver toda la ciudad.
- Aquí arriba no hay cámaras ni micros. Di lo que quieras.
- Verás... - no sé ni por donde empezar - Sabes que en el distrito hay unos vendedores de armas ilegales, no?
- Sí... ¿Y que pasa?
Pienso si decirselo. Él está mucho por el Capitolio... ¿Y si se le escapa?
- ¿Y bien? ¿Que pasa? - dice con impaciencia.
- Son mis padres. Desde los tres años me han enseñado a utilizar todo tipo de armas hasta controlarlas por completo. Así que se podría decir que tengo posibilidades de ganar.
- Me has dejado sin palabras, no sé que decir - creo que me estoy empezando a arrepentir de contárselo -. ¡Pero es perfecto! Ya lo estoy ideando todo. Tu eres una niña inocente, pero cuando entras a la arena te conviertes en una asesina sangrienta, ¿que te parece?
- Me encanta
- Venga, vamos a cenar - dice mientras empezamos a bajar.
Perdón por tardar taaaaanto en actualizar, no me sentía inspirada, y estaba muuuuy liada
Pero volví 737
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~soni🐉
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Muñeca Del Capitolio (FINNICK ODAIR)
أدب الهواةEris es una dulce niña del distrito 12... Eso es lo que piensa el Capitolio cuando se presentó voluntaria por su amiga en su primera cosecha. Lo que no saben es que estaba más preparada que los demás tributos... Esta historia está situada en los 66º...