🎴El plato más apetecible del mundo🎴

260 23 24
                                    

Nori

Mi vida es una montaña rusa emocional. O al menos, así me siento. Un día estoy en la cima, eufórica y con la adrenalina por las nubes, gritando con una sonrisa en la cara, deseando que ese instante no termine nunca. Pero la noche cae, despidiendo ese día y dando la bienvenida a uno nuevo.

Ese momento tan efímero, se escapa entre mis dedos, bajándome de golpe y colocando mis pies en la tierra de nuevo, devolviéndome a la realidad.

Por mucho que forjara esta coraza con trabajo y paciencia, toda armadura necesita ser reparada en algún momento del deterioro sufrido por el tiempo.

Y aquí estoy, una vez más, en la habitación de Izana. Enfrentándome a mis miedos para no dejar que me dominen.

Tienes la situación controlada, Nori. Eres una mujer fuerte e independiente. Puedes con esto. Ningún hombre te hará temblar.

Me repito eso una y otra vez aunque, para qué engañarnos, claro que quiero que me hagan temblar pero no por hacerme sufrir, sino más bien todo lo contrario.

En la última clase sólo hablamos. Mucho, sorprendentemente. Me contó todas las veces que intentó llamarme, todas las notas que dejó en mi buzón de voz y todos los mensajes que no respondí.

También hicimos un repaso de toda la teoría que habíamos dado hasta ahora, recordamos las clases prácticas (sí, sólo hablando) y volvimos a dejar claras las normas.

¿Nos las habíamos saltado un poco? Puede ser pero es necesario que estén ahí. Sino, conociendo a Izana, esto se terminaría de descontrolar.

Izana me mira con esos intensos ojos amatistas, esperando una señal por mi parte. Vuelve a ser "el niño bueno". Ese que espera pacientemente las órdenes de su profesora. Joder, cómo me gusta cuando intenta complacerme así, haciéndome caso y respetando lo que digo.

Dejo mi mochila en la mesa, como siempre hago, y le dedico una pequeña sonrisa. Me giro y apoyo mis manos en el borde, ladeando la cabeza y dejando caer mi cabello hacia ese lado. Sé que le encanta que lleve el pelo suelto.

—Bueno, Izana. Va siendo hora de que dejemos la charla y hagamos un repaso profundo de todo lo que has aprendido hasta ahora, ¿no crees?

Me mira serio mientras inhala profundamente y vuelvo a sonreír mientras le hago un gesto con el dedo para que se acerque.

—Enséñame todo lo que has aprendido hasta ahora. A ver qué recuerdas y qué tenemos que mejorar.

Me devora con los ojos y, antes de que me dé cuenta, ya está frente a mí, tomándome de la cintura con una mano y la otra en mi cuello.

Sus labios impactan directamente con los míos, desesperados por ese beso que ambos llevamos tanto tiempo esperando. Su lengua se abre paso, jugando con la mía, sincronizándose perfectamente con mis movimientos.

Ya me conoce y se va familiarizando con cómo me muevo y lo que me gusta. Otro punto positivo para Izana.

Siento cómo su respiración se acelera y busca el roce de su cuerpo con el mío. Enredo mis dedos en su cabello, deslizándolos despacio hasta llegar a su nuca.

Hago eso que sé que tanto le gusta. Saco mi lengua y comienzo a recorrer su labio superior. Hago lo mismo con el inferior y vuelvo a lanzarme a su boca. La respiración de Izana se detiene unos instantes antes de volver a bombear con fuerza.

No sé cuánto tiempo estamos así pero sé que es momento de pasar a la siguiente fase.

—Izana. — Mi voz sale casi en un ronroneo. — Quítame la ropa. Ahora.

MASTER OF SEX ~ Izana Kurokawa 🔞 ~ Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora