MASTER OF SEX ~ Izana Kurokawa 🔞 ~ Tokyo Revengers

🎴Ganas de ti 🎴

Izana

La música suena de fondo mientras yo sigo inmerso en mis notas. Deslizo el bolígrafo por el papel rápidamente, anotando todo lo que se me pasa por la cabeza, no quiero dejarme nada.

Cambio de página y continúo. La canción acaba y pasan unos segundos hasta que escucho las primeras notas de la siguiente. Respiro.

La imagen de Nori sonrojándose ayer cuando hablábamos de las lecciones... No puedo quitármelo de la cabeza. Ella, su pelo enredado, sus mejillas rosadas, su cuerpo perfecto y su voz entrecortada diciendo mi nombre.

Mierda.

Necesito volver a las clases. Necesito volver a tenerla así. Mía y solo mía. Sonrojándose para mí. Sonrojándose por mí.

Cada día estoy un paso más cerca, lo sé. Tengo que hacer que ella se dé cuenta. Necesito que ella vea que está hecha para mí y que no tiene más opciones. Nori es mía y solo mía.

Escribo con rabia ante el sentimiento que me ha evocado ese pensamiento.

Pero... ¿y si ella nunca se da cuenta? ¿Y si...?

No.

Escribo. Escribo. Escribo.

Cambio de página y continúo.

Ella lo verá. Yo se lo enseñaré. Estamos hechos el uno para el otro.

El sonido de los impactos en mi puerta hacen que me detenga de golpe.

—¿Sí?

La puerta se abre despacio y aparece Kakucho.

—Ya están aquí los Haitani. — Asiento, respiro y cierro el cuaderno, no sin antes dedicarle una última mirada a mis palabras.

Los hermanos están en el sofá con una cerveza cada uno, para variar.

—Parece que estás mejor. —Ran se estira, dando un trago a su lata.

—Sí. Ya estoy recuperado. Tenemos muchas cosas que hacer.

—Como por ejemplo planear lo del fin de semana. — Los hermanos sonríen.

Me quedo callado. He estado tan distraído que ni siquiera lo recordaba.

—Venga, no pongas esa cara. No es como si tú fueras el que lo organiza. — Ran mira a su hermano.

—Para eso estáis vosotros, estáis más interesados que yo.

—Es una fiesta, Izana. Tu fiesta, de hecho. Deberías estar interesado. — Rin imita a su hermano y se estira junto a él.

—¿Se lo dirás a Nori? — Kakucho habla a mi derecha.

Cada vez que sale su nombre, siento una presión en el interior.

¿Invitar a Nori a una fiesta llena de hombres, sabiendo que ella será la mujer más guapa y que todos se fijarán en ella?

Pensar en cómo todos esos babosos la van a mirar y pensarán todas las cosas que les gustaría hacerle...

La llama de la rabia se prende dentro de mí y me corta la respiración por un instante. Sacaré los ojos de cualquiera que los ponga sobre ella.

—Obviamente se lo dirá a Nori. Ella tiene que estar ahí. — Ran sonríe seguro de sí mismo y da un nuevo trago.

—Lo pensaré.

Los Haitani se miran y ponen los ojos en blanco. Odio cuando hacen eso.

—Nori es mía y mataré a cualquiera que piense en acercarse a ella. — Les miro fijamente para dejarles clara la situación.