🎴Te daré lo que quieras 🎴

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Izana

¿Cómo es posible que haya pasado esto? Siempre soy yo el que se va y las deja ahí en la cama sin dar explicaciones. No importa. Solo me quitaré esto e iré a limpiarme.

Cuando bajé de nuevo la fiesta, todo seguía exactamente igual aunque pude ver las miradas curiosas de mis amigos clavadas sobre mí.

—¿Todo... bien? — Parecía que Kakucho preguntaba con cierto miedo por mi respuesta.

—Sí, ¿por qué no iba a estar bien?

—Nori ha bajado las escaleras como una fiera y ha ido directamente a la mesa a rellenarse el vaso. — Ran soltó una carcajada antes de darle un sorbo a su bebida.

La busqué con la mirada entre la gente de la sala pero ella no estaba.

¿Se ha marchado?

Mis ojos continuaban examinando a las personas de la fiesta, en busca de aquella cabellera rosa. Tras unos minutos me di cuenta de que no estaba ahí. Ella realmente se había ido.

—Iré al baño. — Ni siquiera me había limpiado bien, solo había tirado el condón a la basura.

—Te acompaño. — Kakucho comenzó a caminar a mi lado y los dos hermanos nos siguieron.

—Nosotros también. Tengo ganas de mear.

La puerta del baño estaba cerrada y yo realmente necesitaba entrar a limpiarme. Estaba comenzando a enojarme y aquel incidente con Nori y el comentario de Ran no estaban ayudando.

—¡Ocupado! — La voz de un hombre contestó ante los golpes que dábamos en la puerta.

—¡Date prisa si no quieres que te dé una paliza y te mee luego encima! Me va a reventar la vejiga. — Ran se apoyó en la puerta presionando su abdomen, intentando calmar aquellas ganas.

En esta zona de la casa, la música se escuchaba algo menos y no teníamos que alzar tanto la voz para poder hablar entre nosotros. Y eso también hizo que pudiéramos escuchar lo que ocurría dentro de ese baño.

Golpes, gritos, gemidos.

Aunque la voz que más se oía era la de aquel hombre, se podían apreciar los pequeños jadeos de una mujer, intentando callar sus gritos de placer para no ser escuchada al otro lado de la puerta.

—¿En serio? ¿Qué pasa, que aquí todo el mundo folla menos yo? — A pesar de que juraba estar a punto de hacerse pis encima, Ran siempre tenía el sexo en la cabeza.

—Parece que se lo están pasando bien. — Kakucho se apoyó en la pared esperando a que aquellos amantes terminaran con lo suyo.

—¡Vamos terminando ya! — Ahora era Rindou el que aporreaba la puerta con fuerza.

Y, tras unos instantes, al fin se abrió la puerta pero ninguno de nosotros hizo un movimiento.

Ahí estaba ella, colocando algunos mechones desordenados de su cabello, mientras esquivaba claramente mi mirada. Entonces mis ojos se dirigieron al interior del aseo, donde había un chico alto y rubio abrochándose el pantalón.

¿Pero... qué?

—Siempre es un placer, Nori. — Ese hombre salió del baño, despidiéndose para dejarle después un beso a la pelirrosa en la mejilla.

Ella le sonreía coqueta, guiñándole un ojo mientras terminaba de arreglarse.

—¿Qué ha sido eso? — Las palabras salían solas de mi boca, completamente poseído por la rabia.

MASTER OF SEX ~ Izana Kurokawa 🔞 ~ Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora