Nori
Hace un par de días que me fui de casa de Izana después de gritarle. Le he escrito hace horas para hablar con él y disculparme pero no contesta.
Son las 2 de la mañana y no puedo dormir. Izana siempre contesta. ¿Se habrá enfadado?
No le culpo si lo hace. Me he comportado como una niñata. Quizás me merezca que me dé el mismo trato que le he dado yo a él.
Miro mi móvil cada dos segundos. Sé que por mucho que lo mire, no va a hacer que aparezca una notificación suya. Aún así, no lo puedo evitar.
Se supone que esto iba a ser fácil. Yo le daba las malditas clases, le enseñaba lo que sé, nos limitábamos a eso y después, cada uno a su casa y, si te he visto, no me acuerdo. Era sencillo.
¿Por qué no me puedo ceñir al plan? Agh...
Me queda un 8% de batería y lo estoy utilizando para saber de Izana. ¿Debería escribir a Kakucho o los Haitani?
No, no puedes parecer desesperada. No puede parecer que te importa.
Pero es que te importa.
—¡Cállate!
Grito y en seguida me arrepiento. ¿Qué estoy haciendo? Estoy perdiendo la cabeza y hablando sola. Necesito controlarme. Necesito volver a ser yo. Necesito...
Los rayos del sol me pegan directamente en la cara. Miro hacia un lado y me doy cuenta de que me quedé dormida con el móvil en la mano. Está muerto, sin batería. Me quedé dormida y no lo puse a cargar. Genial.
Lo enchufo rápido y voy al baño a lavarme. Desayuno, ventilo la casa y me pongo a limpiar para hacer tiempo.
Tomo el móvil para revisar mis notificaciones.
Notificaciones de instagram, Facebook, TikTok, mensajes de WhatsApp... pero ninguno es de Izana.
El corazón vuelve a darme una punzada.
¿Así se sintió él cuando le estaba ignorando? Mierda.
Respiro e intento pensar con claridad. Izana no es así. Puede ser una redflag, sí, pero precisamente es tan impulsivo y orgulloso que no podría resistirse a contestarme los mensajes.
Me meto en instagram y busco entre los seguidores de Sanzu, el perfil de Kakucho.
Bingo.
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MASTER OF SEX ~ Izana Kurokawa 🔞 ~ Tokyo Revengers
FanfictionMaster of sex | Tokyo Revengers | Izana Kurokawa Nori no quiere involucrarse sentimentalmente con nadie. Izana nunca ha experimentado emociones que le hagan sentirse vivo. Los dos entran en un juego sexual en el que los sentimientos están prohibido...