𝐋𝐍𝐐|| Después de tener su libertad tan deseada, ____ y Alexis sienten que algo falta. La emoción, la adrenalina, el sentirse vivos de la mejor manera que existe, meterse en problemas.
Ellos lo llevan a niveles muy altos, con apuestas, drogas, alc...
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Las lagrimas comenzaban a caer sobre su camisa y sofá. La pequeña niña, tan inteligente, tan linda, tan simpática y carismática, estaba muerte, todo por un solo descuido. Ahora se preguntaba ¿cómo se sentiría Samy?, ella estaba con la niña, sin duda se sentiría culpable. Y, en verdad, no quería culpar a nadie, pero era lo mejor estando en su posición.
Al borde de la vida o muerte, comenzó a sentirse cada vez más debil, sus párpados pesaban demasiado, y ahora, un repentino sueño vino a el; deseaba descansar, pero eso significaba dejar a sus amigos solos.
Tal vez dejarlos no sería mala idea, estarían juntos, y el los cuidaría desde donde sea que estuviera en caso de morir.
Ideas vagaban en su mente, hasta escuchar de nuevo el llanto de todos allí.
No sabía que estaban diciendo, solo, que su respiración era cada vez más calmada, y su corazón iba lento, y era una linda sensación para el, sentirse libre y sin necesidad alguna más que cerrar sus ojos para siempre. Ahora lo anhelaba, descansar por fin, sentirse sin obligaciones.
-Alex... ¡Alex, no nos dejes!, ¡Alexis, no!-
Un grito de miedo se escucho antes de cerrar sus ojos por completo. Ya nada importaba en su mundo, estaba solo, tranquilo, tan tranquilo como deseaba desde hace tiempo.
Un oscuro camino, que a sus lados tenían palabras en cualquier idioma, y mezcladas, confundiendo su cerebro y haciendo que perdiera el interés en aquellas raras palabras. Siguió el camino hasta distinguir un punto blanco al final. Cada que avanzaba más, sentía su cuerpo pesar cada vez menos, como si volará.
-¿Hola?- Pregunto, usando sus manos par hacer su voz más alta. -¿Nadie?, bueno.-
No sabía si sentía arrepentimiento.No sentía nada más que paz mental, y la calma que llevaba rogando desde hace meses.
[...]
-Déjalo, ____, ¡ya se fue!, ¡déjalo descansar!- Regaño Sam, con lagrimas saliendo. Esto no podía ser peor. -M-mejor deja que cure tu mejilla, ven.- Hizo un ademán. ____ con las pocas fuerzas, amino hasta ella. -Debes cuidar a Ivan, despedir bien a su hija y a mi hermano.- Tomó un arma de la mesa y la puso entre ambas manos. -Debo encargarme de alguien primero, y... No puedes ir, ni Ivan, ninguno puede. Si no vuelvo, quiero que se cuiden entre ambos, y, recuerden que los llevo conmigo a donde sea. Si el cielo existe, y tengo la posibilidad de ver a alguno, Alex o ____, juro que los cuidaremos, ¿s-si?- Sonrio, dejando a ____ con sus ojos de sorpresa, y labios entre abiertos.
-¿P-perdona?- Dijo tartamudeando. -¡No puedo perderte también!, ¡no puedo!- Se aferró a ella como pudo, siendo empujada varias veces, y, acabando en el suelo, más sorprendida. Pero, después de todo, ella sabía que Samantha jamás cambiaba de opinión así de facil.
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