𝐋𝐍𝐐|| Después de tener su libertad tan deseada, ____ y Alexis sienten que algo falta. La emoción, la adrenalina, el sentirse vivos de la mejor manera que existe, meterse en problemas.
Ellos lo llevan a niveles muy altos, con apuestas, drogas, alc...
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-¿¡Qué?!, ¿¡donde mierda esta mi hermana, Ivan!?...¡No!, ¡me vale madres!, ¡la quiero aquí maldita sea!...¡Que no me importa!, ¡quiero a mi maldita hermana aquí!- Corto la llamada con total enojo.
-¡Alexis, por Dios!, cálmate, ¿estas viendo qué tan alterado estas?, puede hacerte mal.- Exclamó ____ mientras se acercaba a él y caminaba tras Alexis, intentando detenerlo antes de que se encerrara en su oficina. Cosa que no sirvió, Alex entro a su oficina y cerró con fuerza, puso el seguro para que nadie pasará, y luego de un rato, se escucharon gritos de enojo, de estar frustrado y preocupado, acompañados de algunos golpes en paredes y escritotio, algo que preocupo a su novia. -¡Alex, no!, ¡no te hagas nada, por favor!- Intento con desesperación abrir la puerta, tocó varias veces, y tuvo que correr un piso entero hasta encontrar la copia de la llave de aquella oficina.
-¡Vete!- Gritó Alexis al verla entrar. Una mala escena, papeles en todo el suelo, una pequeña grieta en la pared, y un pequeño rastro de sangre.
-Alex, por favor...Déjame ayudarte.- Cerró la puerta tras y comenzó a caminar hasta al lado de su novio. -Dame tu mano.- Extendió su mano, esperando la del contrario. Apenas la tuvo entre sus dedos, sintió el frío contacto de esta, sintió algunas gotas de sangre manchar su palma y dedos. Sonrió, sin mostrar sus dientes, para calmarlo, él comenzó a respirar con más normalidad. -No pasa nada, ¿si?. Yo me encargaré de traer a Samy contigo.- Susurró y sostuvo la mano del chico con las suyas, se recargo en su hombro, creando una extrañamente, linda escena.
Solo habían tres personas capaces de logarlo, Ivan y su hermana, que lo lograban de vez en cuando, y su novia, que siempre lo hacía con éxito.
____ era una joven admirable, admirable en cualquier sentido, a pesar de no tener una carrera profesional, fue la mejor de su clase, y ahora, con solo 20 años, ya tenía un imperio millonario junto a su novio; su madre estaba muerta, y no quiso morir por eso, fue fuerte; no es rencorosa más que con la gente que se lo merece, era madura, inteligente, capaz, y en lo que más se fijaba la gente, era hermosa.
La vida de ambos era difícil de lograr, más con su corta edad de 20 y 21.
-Vamos a casa. Necesitas descansar.- Ordenó. Salieron y cerraron con seguro la puerta. Bajaron por el ascensor y llegaron hasta la entrada, donde había bastante gente esperando poder entrar. -¡Taxi!- La chica, con el brazo no ocupado por abrazar al de su novio, llamó un taxi, que fue rapídamente por ellos. -Avalon, please.- Dijo y el auto comenzó a avanzar.
Un viaje de 20 minutos, una siesta de toda la noche. Eso significaba una sola cosa, Las Nevadas no tendría a sus jefes para dirigir y vigilar al máximo todo.
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