𝐋𝐍𝐐|| Después de tener su libertad tan deseada, ____ y Alexis sienten que algo falta. La emoción, la adrenalina, el sentirse vivos de la mejor manera que existe, meterse en problemas.
Ellos lo llevan a niveles muy altos, con apuestas, drogas, alc...
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2:00 a.m. ...
-¡Alexis, ¿a donde vas?!- Gritó ____ al ver a su novio correr hasta la puerta.
-¡Tienen a Samantha!, ¿vienes o te quedas?- Abría, o intentaba abrir la puerta, tan rápido que si seguía así, podría romperse.
No se lo pensó dos veces, fue por dos sudaderas para el frío, y ayudó a su novio a abrir. Tomaron las llaves de su auto y comenzaron el viaje.
15 minutos de gritos por el gran tráfico de la carretera. Y por fin, terminó el camino.
-¡Abran rápido!- Gritó uno de los guardias al verlos entrar al estacionamiento. Las puertas fueron abiertas, al igual que el elevador, la gente se hacía a un lado al ver el comportamiento del dueño del lugar.
Llegaron al cuarto piso, donde los esperaban más personas, entre ellas, una chica conocida. Diria que se parecia a Ari, solo por no exagerar. Pero, bastante por ni decir muy cambiada, una gran cicatriz en toda la mejilla, sus ojos, eran muy claros, un cafe bastante brilloso. Su cabello era negro, y tenia un delineado pequeño, no, esa no era Ari.No le dio nada de importancia, su prioridad era su cuñada.
Luego de caminar tanto, de escuchar a los trabajadores, y demás, entraron a la oficina de Quackity.
Los esperaba Samantha, con una mirada curiosa, viendo todo a su alrededor, parecía ¿perdida?...
-¡Samy!- Exclamó ____, mientras corría a abrazarla.
Samantha no respondió nada, siquiera la abrazo. Estaba comportándose extrañamente rara.
Quackity estaba, paralizado por así decirlo, aquella chica rubia, era y no, su hermana. Su actitud no era la misma.
-Samantha.- Alex llamó a la chica, cual solo lo miró sin expresión alguna, parecía algún estado de shock.
-Sr. Alexis, alguien quiere verlo.- Su secretario los interrumpió. -Es de suma importancia.- Insistió.
-¿Tanto para dejar aquí a mi hermana, eh?- Habló molesto. Quería saber que le ocurría a Sam, y, hablar un rato antes de llamar a Ivan.
-No. No señor.- Respondió apenado, ocultándose en su carpeta, y salio de la oficina, totalmente rojo por sus nervios.
-____, déjanos solos.- Ordeno Alex, quien ofrecía no tener algún tipo de emoción al ver de nuevo a su hermana. Su novia lo miró extrañada, aún así, obedeció y salio de la oficina, no sin antes mirarlo de nuevo, intentando que le dijera el por que. Logrando 10 minutos con contacto visual -realmente incómodo para la joven-, tuvo que irse, sabía que no diría nada si ella no preguntaba nada.
-Samantha. Un tiempo sin vernos...- Suspiró cansado, tomó asiento frente a ella, esperando que ella lo saludara o hiciera algo. -No estás bien. ¿Qué sucede?, ¿por qué desapareciste?- Insistió en preguntar.
-Estoy bien. Solo...quize desconectarme de la realidad un rato-
-¿Con todo lo que tienes?- Habla con sarcasmo, ganándose una mala mirada. -¿Bien?...Preocupaste a Ivan, a ____, y, a mi.-
-Ajá. Lo se perfectamente, tengo mis cámaras y contactos para vigilarlos, ¿crees que dejare al niño de mi hermano y al pendejo de Ivan?, nah, mueren si no los cuido.-
Ambos rieron.
-Llamare a Spreen, lo más seguro es que venga por ti.-
-Haz lo que quieras...Oye, estoy orgullosa por lo que estas logrando, ¿si?-
Alexis la moro con curiosidad, aun así, ignoró lo que dijo e inició la llamada.
-¿Alex?-
-Hey, Ivan. M-mira...encontramos a Samy, esta bien.-
-...Huye.-
-¿Qué?-
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