10 - DIEZ

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— ¿Usted está casada, verdad? — la repentina pregunta de la adolescente hace a Mina tensarse. Hablaban sobre el divorcio de los padres de la chica, y al parecer ésta quiso saber sobre su vida matrimonial.

Mina por un momento pensó en mentirle, en imaginar que no estaba atada a alguien que al parecer se desquitaba con ella cada que tenía problemas con la empresa para la que trabaja.

Jihyun esos años ha cambiado, y se puede notar en los moretones ocultos en maquillaje que Mina tiene.

— Hace tres años — pero Mina no miente, dice la verdad mientras se mantiene indiferente.

— ¿Usted es feliz en su matrimonio? — Mina detiene todo movimiento de su cuerpo, incluso siente como si su corazón se detuviera.

Yo sería feliz si fuera con Dahyun.

Su silencio le da una respuesta a la alumna, quien frunce el ceño y preocupada mira a la mayor.

— Maestra, ¿no es feliz en su matrimonio? — esa pregunta hace que Mina se voltee, dejando de ver su reflejo en el espejo, para ver directamente a la adolescente que estaba preocupada por cómo su maestra está tan perdida.

— Me mantengo neutral ante eso — Mina le sonrió, palpando la cabeza de la chica para irse de ahí, no queriendo hablar más.

En otro lado del mundo, estaba una mujer en el centro comercial.

Dahyun no salía mucho, y cuando lo hacía era por cosas importantes o cuando Sohyuk necesitaba presumir a su perfecta esposa en algún evento.

Dahyun había madurado, sus rasgos igual. En esos años Sohyuk la había obligado a que se sometiera a la cirugía láser de los ojos, ya no necesitando de los lentes para ver a su alrededor, y por eso mismo sus ojos ya no se hacían tan pequeños ante las micas gruesas. Su piel era cuidada, Sohyun se abstiene a golpear su rostro.

Tenía dietas y debía hacer ejercicio, así que todo ella era diferente. Lo que no era atractivo antes, ahora era algo que Sohyuk podía presumir.

Sohyuk había moldeado de ella todo para poder decir que es su esposa sin avergonzarse, y Dahyun ya no se toma el tiempo de ofenderse o molestarse.

Extraña sus lentes, por lo que allí en el centro comercial decide tomar unos y echarlos a la canasta, decidiendo que los usara a veces por lo acostumbrada que estaba a ese accesorio que antes la ayudaba en su visión.

Paseando en busca de entretenerse o encontrar algo que le guste, Dahyun ve de reojo la zona de ferretería y pasaría de largo, si no fuera por el objeto que llamó grandemente su atención.

Sus ojos se llenaron de ilusión cuando vieron una cuerda, y todo su cuerpo reaccionó en comprarla sin dudar.

Tenía algo en mente desde hace días, y tal vez sea hora de ponerlo en marcha. Compra algunos pocos metros y devuelve los lentes ya que no los ocupará nunca más, ni por costumbre.

Cuando llega a casa, guarda eso, porque lo hará más tarde.

Tiene en mente a quien en todos esos años nunca salió de su cabeza, y quien tampoco dejaba de alterar su corazón, piensa en ella y en tal vez lo decepcionada que esté de ella cuando vea cómo se mataba sí misma con una cuerda.

Y mentalmente quiere que Mina la escuche suplicar...

Por favor, detenme.

BRUMA (POR FAVOR) // MIHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora