08 - OCHO

137 21 2
                                    

Dahyun recibe otro golpe, haciéndola caer al suelo mientras quien era su ahora esposo grita, vociferando todo lo que hace mal en la casa.

En ese mes Dahyun descubre algo para nada sorprendente, y es que ella no sirve para ama de casa. Todo lo que hace le recuerda a sus días de instituto, donde tenía prohibido entrar al laboratorio porque todo lo desperdiciaba, explotaba o hacía desastres.

Ahora el laboratorio es remplazado por la cocina, porque desde hace días ya tiene prohibido entrar ahí, y solo sirvientas podrán hacer la comida, ya que ella es un asco en eso.

Ser buena esposa es cansado, pero Dahyun apenas duerme.

Intenta hacer lo mejor para no recibir golpes, para que Sohyuk detenga aquellos abusos de violencia, pero nada es suficiente. Todo se va por la borda cuando deja algo en un lugar diferente, cuando tose, cuando estornuda, y posiblemente pronto Sohyuk se moleste porque ella respire.

O tal vez ya lo hace, pero no crea escándalo ahora.

Dahyun sabe que no es buena esposa, debe ser mejor, pero nada ayuda a que Sohyuk siempre llegue estresado y totalmente molesto por su trabajo, el cual denomina como 'una mierda'. Dahyun no lo entiende, pero tampoco se mete tanto en eso.

Dahyun descubre que le gustan los animales, lee mucho sobre ellos en su tiempo libre.

Los libros de Sohyuk son robados temporalmente por ella para leer sobre diferentes animales, saber sobre ellos. Nunca se había interesado en ello, pero aburrida había encontrado el gusto en leer para saber más.

Antes se quedaba encerrada en su habitación, con entretenimientos como celular y televisión, pero ahora los tenía prohibidos, por lo que los libros serían su nueva compañía.

A Dahyun no le agradan las sirvientas, la miran feo y murmuran sobre ella cada vez que pasa.

Ha llegado a tener miedo de que envenenen su comida, pero deja de temer cuando se da cuenta que eso sería liberador.

Dahyun está sentada en el balcón, puede sentirse tranquila con sus lentes puestos en su tabique, pasando páginas mientras lee, después de hacer algunos de sus deberes que afortunadamente no quedan en desastre.

Todo parecía decir que estaría tranquila el resto del día, que tal vez debería satisfacer a su esposo en la cama para después dormir de la mejor manera.

Pero todo se desmorona cuando desde el balcón puede ver a Sohyuk bajando de un auto y casi echando humos por las orejas.

Ese enojo no era contra ella, pero se desahogaba con ella. Era el trabajo de Dahyun, debía satisfacer a su esposo en todo. Si él quería golpearla, entonces debía dejarse para que pudiera calmarse, no importaba si ella terminaba sangrando en el suelo.

Para algo servían los hospitales, ¿no?

Pero por la mente de Dahyun pasa un solo pensamientos al ver a Sohyuk entrando, fijando su vista enfurecida en ella y caminando rápido hacia ella. El pensamiento persiste aún si siente un dolor propagándose por su mejilla y su trasero da contra el suelo en un ruido sordo.

Por favor, no me hagas daño.

BRUMA (POR FAVOR) // MIHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora