12 - DOCE

147 23 3
                                        

Mina se podía describir como nerviosa.

Estaba con las manos sudando y tomaba respiraciones para calmarse.

Solo es Dahyun, se decía a sí misma, cuando sabía muy bien que no solo era Dahyun, era la hermosa mujer que ahora tendría que haber cambiado físicamente mucho.

Quería verla, deseaba verla, necesitaba verla.

Simplemente necesitaba poder recordarla mejor, después de los años lejos siente que ha olvidado cada detalle de la torpe y inocente mujer de ojos medialuna cuando sonríe. Mina quiere ver a la Kim que verdaderamente ama, a Kim Dahyun.

Ni siquiera le presta mucha atención a que el chófer se acaba de perder entre las calles y Jihyun le está reclamando.

Ya habían llegado a Corea, el viaje en avión fue incómodo para Mina pero soportable.

— ¿¡Se supone que eres profesional!? ¡Para algo te pagan! — mientras él gruñe, Mina imagina que está con Dahyun solas, sus deseos carnales tomando control de su mente y deseos de probar esos labios por primera vez.

Y se decidió, ella probaría esos labios por lo menos una vez. Ella tenía que asegurarse de besarla antes de irse, ya sea con fingir que fue un accidente o realmente besarla y dejar en visto los sentimientos invasores de su pecho.

El vivir allá no hizo que el sentimiento desapareciera, sino que parecía aferrarse a lo que la hizo feliz y con solo pensarla le seguía saliendo una sonrisa.

— ¡Haz tu maldito trabajo bien!

— Lo siento mucho, señor. Ya vamos para allá — el pobre chófer solo cometió un error, se disculpaba apenado y a la vez enojado por los insultos.

— ¡En primer lugar nunca debiste perderte, idiota!

Mina cerró los ojos, escuchándolo quejarse. Con tanto ruido no podía seguir imaginándose a Dahyun y sus preciosos labios tan tentadores.

— Dios... — masajeó sus sienes susurrando para luego explotar — ¡Por favor, cállate!

En el auto se hizo un pequeño silencio por su repentina interrupción, el chófer casi aliviado de que la atención ya no esté centrado en él y Jihyun incrédulo de que su esposa le haya gritado.

— ¿Qué...? — él no puedo terminar la pregunta, pero estaba por reclamar.

Mina lo veía molesta, estaba harta de él, pero por encima del hombro de Jihyun pudo ver cómo pasaban una calle. Abrió mucho los ojos y se encogió en su asiento, aferrándose al cinturón de seguridad al instante.

Jihyun no supo el por qué de su reacción, pero todo se volvió negro en un segundo.

El chófer no tenía la culpa, el semáforo estaba en verde para él, y iba a pasar, si no fuera por el tráiler que creyó que pasarse la luz roja no traería consecuencias ya que se veía la calle desolada.

Mina a último segundo pensó, si ese día moría, se arrepentiría de no haberse declarado a Dahyun, pero no se arrepentiría de haberse enfrentado a Jihyun por primera vez.

Por favor, cállate.

BRUMA (POR FAVOR) // MIHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora