11 - ONCE

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Dahyun amarró bien la cuerda, esa era su gran oportunidad para descansar de todo el dolor que la ha estado persiguiendo desde sus dieciocho años. Cinco años enamorada, con el corazón rompiéndose cada vez más. Dahyun ya no puede soportarlo.

Jaló un poco fuerte, asegurándose que la cuerda vaya a servir para soportar su cuerpo.

Quería que Sohyuk la mirara muerta, quería que aquel hombre que le ha hecho tantas heridas por lo menos tenga un mínimo arrepentimiento de hacerle eso a ella, de llevarla a la muerte.

Pero el que la puerta se haya abierto y se escuchen pisadas pesadas por la casa, la hizo alterarse y rápidamente quitar la cuerda para esconderla debajo de la cama.

Fingió estar leyendo, mientras estaba acostada demasiado tranquila, cuando Sohyuk entró estirando el cuerpo y estando bastante relajado como para que sea otro día de golpes.

— ¿Qué has estado haciendo? — Sohyuk le preguntó, acostándose junto a ella para recargar su cabeza en el estomago de la mujer, quien para satisfacerlo llevó una mano a acariciar el corto cabello desordenado de su marido.

— Mantuve limpio y después me puse a leer.

— ¿Qué lees ahora? — a Dahyun se le hizo raro su curiosidad, pero por el rostro aburrido del hombre supo que no tenía nada más qué hacer.

— Documental de leones.

— Mmh... — él asintió — Mañana temprano tu hermano y su esposa visitarán para acá — Sohyuk le informó, relajándose por las caricias en su cabello.

Dahyun detuvo todo, podía sentir que hasta la sangre circulando se detuvo de la impactante noticia. Sus manos ya no acariciaban, sus ojos ya no leían el libro, su cuerpo se tensó a un grado doloroso, y pudo sentir una presión aplastante en su pecho.

Se tuvo que forzar a seguir con las caricias cuando Sohyun frunció el ceño, pero las hizo más automáticamente que antes, pues seguía pensando en la llegada de su hermano.

Y su esposa; Myoui Mina.

La misma Mina por la que Dahyun ha estado sufriendo cada día, por la que reza que esté bien en su hogar en Estados Unidos, por la que llora en las noches cuando imagina lo que pudieron ser si el amor fuera recíproco.

Imaginando esas noches, imaginado que puede abrazarla, acariciarla, besarla, imaginando que la tiene para sí misma, imaginando que es su esposa en igual de su cuñada.

Hace ya tres años no ha visto a Mina.

Ha temido que se le olvide cómo era ella, por eso le gusta soñarla a veces, porque su subconsciente pone el físico de Mina y su dulce voz sonando como roces suaves en su oído, haciéndole erizar de una manera relajante y estremecedora, haciéndole recordar quién era la persona que capturó por completo su corazón, haciéndole saber por qué se enamoró de Myoui Mina.

Recuerda su intento de suicidarse interrumpido, y detiene esa decisión temporalmente, rogando una última cosa antes de morir.

Por favor, déjame verte una vez más.

BRUMA (POR FAVOR) // MIHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora