ALICE - de 18 años, se muda a los outer banks para cambiar de aires, encontrando allí a su alma gemela.
RAFE - de 19 años, se encuentra en un momento difícil donde conoce a la chica que le descubre un nuevo mundo.
¡ACLARACIÓN! (en esta historia, "ra...
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RAFE CAMERON; Avanzamos por el muelle hasta llegar al borde del lago. Empezaba a anochecer por lo que se me ocurrió la idea de bañarnos en el lago.
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Me quité la camiseta para meterme en el agua mientras vi como me observaba confundida.
— ¿Rafe que haces? — preguntó. — Bañarme, vamos vente — respondí. — ¿Que? No no... no he traído bañador — contesto. — Ponte mi camiseta — dije mientras se la daba.
Me tiré al agua de cabeza. Ella se quedó alucinada mirándome.
— Vamos el agua está genial. No me digas que no te gustaría bañarte de noche — le dije sonriendo. — Vale pero date la vuelta — respondió. — Está bien — resoplé.
Me di la vuelta mientras se cambiaba. Se metió al agua conmigo. En verdad me doy cuenta de las buenas ideas que tengo. Se quitó el sol y ya era completamente de noche. Apenas se veía nada.
— Me encanta esto. Mira se pueden ver las estrellas — dijo mientras señalaba el cielo emocionada. — Es precioso ¿a que si? — contesté.
Me acerqué más a ella. Estábamos en el medio del lago mientras nos mirábamos a los ojos.
— Oye Alice... — dije en voz baja. — Dime Rafe — respondí confusa. — Emm... — no pude decir lo que quería.
Me puse delante de ella y la besé. Estaba algo nervioso pero no podía esperar más tiempo. Ella se quedó paralizada, no sabía que decir. En cuento iba a decir algo disculpándome me devolvió el beso. Estuvimos un rato más y después salimos, ya que era tarde.
— Toma mi sudadera — le dije. — ¡Gracias! — respondió mientras se la ponía. — ¿Te llevo a casa? Es bastante tarde — dije. — Como puedo rechazar esta oferta — respondió con una sonrisa. — Vamos sube — sonreí.
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Conduje hasta su casa y la dejé en la puerta como siempre. Mañana la llevaría a clase como hoy. Nos despedimos y me dirigí a mi casa. Aparqué la moto en la entrada y pase al salón.
— ¿Que son estas horas de llegar Rafe? — me dijo mi padre. — Papá que yo sepa ya soy mayor de edad, no te tengo que pedir permiso para llegar. Además no tengo clases. — le contesté tajante. — Bueno pero vives en mi casa y existen unas normas que tienes que seguir — me respondió. — Lo que tú digas Papá — dije sin ganas. — Por cierto tu hermana te estaba buscando. Dice que mañana empieza como socorrista y le gustaría que le ayudaras a introducir a una chica nueva que se ha incorporado — me explicó. — Bueno igual me paso después, si tengo un rato libre — respondí sin ganas. — ¿Un rato libre? Si no haces nada productivo Rafe, deberías ir a ayudar a tu hermana por lo menos — me ordenó. — Vale papá lo haré — dije al final.
Subí a mi habitación directamente, mi hermana estaba en la suya con los auriculares, por lo que no me oyó llegar. Le abrí la puerta y la saludé.
— ¿Ya has llegado? — preguntó ella. — La verdad es que no, soy un fantasma al parecer Sarah — dije con sarcasmo. —No haces gracia Rafe — replicó. — Haces preguntas estúpidas — contesté.
Ella me saco el dedo cómo hacía siempre, yo rodé los ojos y le cerré la puerta. Entre a mi habitación y me puse algo de música mientras miraba las redes sociales. Me fijé en un post de JJ donde aparecían los Pogues y en una esquina de la foto. Se podía ver a Alice posando con ellos.
Intenté controlar mi rabia y calmarme. Por lo que me fui a dormir poniéndome la alarma para mañana.
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ALICE ALLEN; Me levanté con la alarma con cara de zombie como toscas las mañanas. Madrugar era lo peor que me podía pasar en el día. Me vestí, me hice el skincare y me puse algo de maquillaje.
No me hizo falta ni enviarle un mensaje a Rafe, cuando me acerqué a la ventana lo veo saludarme desde su moto con el casco puesto.
— Eres muy puntual, me gusta — sonreí. — No te quiero hacer esperar — me contestó. — No puedo llegar tarde, la profesora me castigara si lo hago — le metí prisa. — ¿Que tienes a primera? — preguntó. — Historia por desgracia — dije yo. — Ufff coñazo — respondió poniendo mala cara. — Lo único que me consuela es que esta es la última semana de clase — expliqué.
Subí con él a la moto y en unos minutos ya estábamos en la puerta del instituto. A la velocidad a la que conducía era normal llegar tan rápido. Baje y le di un beso en la mejilla, entre a clases mientras vi como se alejaba. Estaba sonriendo involuntariamente, no me di cuenta de lo mucho que me gustaba hasta ahora, pero todo esto me daba miedo, empezar a sentir....
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John me sacó de mis pensamientos y me concentré en mi clase.
— Hoy yo me voy antes tengo prisa — dijo Kie. — ¿Que tienes que hacer? — pregunté inocente. — Eso ¿porque tanta prisa? — respondió John. — Emmm, ya os contaré pero me tengo que ir pronto mañana nos vemos chicos — dijo Kie algo nerviosa.
Ella se giró y empezó a caminar hacia la puerta, pero hizo un gesto hacia JJ para que fuera con ella.
— ¡Yo te acompaño! — gritó JJ mientras corría detrás de ella.
John B y yo nos miramos perplejos al ver cómo se alejaban y nos empezamos a reír. Salimos de clase y me quiso acompañar hasta casa. La verdad que tenía muy buena relación con él, era muy cercano a mi, conectábamos muy bien y sentía que podíamos hablar de cualquier cosa.
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