Heaven | Rafe Cameron

20. El golpe.

ALICE ALLEN;
Estaba en la cafetería del bar de la playa, leyendo un libro con mis auriculares puestos cuando de repente escuché una discusión con el camarero y alguien más.
Decidí acercarme a ver quien era, y vi a un chico rubio que resultaba ser JJ, bastante alterado.

Recogí mis cosas y me acerqué a ellos preguntando que pasaba.

— ¿JJ? ¿Va todo bien? — pregunté.
— Todo va genial ¿verdad? — dijo sarcásticamente.
— ¡Eh! Yo no tengo la culpa de que aparques tu moto donde no está permitido — explicó el camarero.
— ¿Sabes? Yo no veo ningún cártel que lo indique — afirmó JJ.
— Hay uno en la entrada, justo detrás de ti — señaló el chico.
— ¡Vale tío, está bien ya me voy! — dijo riendo JJ.
— Son las normas, lo siento — dijo el chico amablemente esta vez.

JJ se puso el casco y me indicó que le siguiera.
Me disculpé con el chico por las formas del rubio y le seguí bajando las escaleras.

— ¡Sube! — me indicó señalando el asiento de atrás mientras arrancaba.
— Podrías haberme llamado ¿no? — reí.
— Eso estropearía el factor sorpresa — sonrió.

Me puse el casco y subí detrás, conducía bastante rápido aunque no tanto como Rafe.
Se me hizo raro subirme en otra moto que no fuera la de él, creo que ya lo echaba de menos.

— ¿A donde vamos? — pregunté gritando.
— En nada llegamos — respondió subiendo la visera del casco.

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Aparcó su moto en frente de la casa de John B y nos bajamos.
Kiara estaba saludándonos desde el porche mientras nos acercábamos a ella.

— ¿Que hacéis en casa de John? — pregunté.
— Me ha dejado quedarme aquí hasta que vuelva — me explicó JJ mientras entrábamos.
— Así que estás de okupa — reí.
— Básicamente ¿Queréis una cerveza? — preguntó el rubio.

Asentimos mientras él se dirigía a la nevera a por bebidas.
Nos tumbamos en el sofá los tres, entonces decidí preguntar.

— ¿Para que queríais que viniera? — dije.
— Porque, resulta que tenemos una misión — JJ se levantó de un salto.
— ¿De que hablas? — dije confusa.
— Confiad en mi, seremos espías — respondió mientras simulaba disparar una pistola con sus dedos.
— Alice, ¿que opinas, confiamos en él? — río Kie mientras me miraba.
— Es JJ, será divertido — sonreí.
— Claro, me gusta tu actitud, seguidme — nos indicó el rubio.