Heaven | Rafe Cameron

11. ¿Enamorados?

RAFE CAMERON;
Me levanté con la luz que entraba por mi ventana. Revisé mi móvil y ví que tenía 7 llamadas perdidas de Topper.
Me olvidé de que habíamos quedado por la mañana en la cafetería de la playa.

Me vestí y baje rápido las escaleras, cogiendo las llaves de la moto para salir por la puerta.
Me paró mi padre que estaba en el salón.

— ¡Rafe! Ven aquí hijo — dijo sonriendo.
— ¿Que pasa Papá? — respondí confuso.
— ¿Te acuerdas de que te dije que me ayudaras con el barco? Hoy han llegado los cargamentos. — dijo.
— ¿Vas a enviar el oro a las Bahamas? — pregunté.
— Claro, precisamente quería que vinieras conmigo unos días, para gestionarlo todo — explicó.
— ¿Quieres que vaya yo? ¿Que hay de Sarah? — pregunté asombrado.
— La verdad es que confío más en ti. Se que tú me ayudarás y no dirás nada sobre esto. En cambio Sarah... — respondió.
— Claro Papá, iré contigo — sonreí.

Al oír esas palabras se me iluminó la mirada. No podía creer que por fin mi padre contará conmigo para algo.

— Perfecto Rafe, salimos pasado mañana por la noche — dijo mientras caminaba al jardín.
— Pero Papá, ¿tan pronto? — dije mientras le seguía.
— Sí, tenemos que salir cuanto antes — me explicó.
— Está bien — respondí.
— No te preocupes, serán solo dos días — dijo.

Tenía que acompañar a mi padre era mi oportunidad de demostrarle que podía confiar realmente en mi.
Sarah en cambio lo único que hacía era traicionar a la familia, no lo iba a permitir.

ALICE ALLEN;
Me desperté con una sonrisa, mi primer día de trabajo.
Me vestí, baje las escaleras a toda velocidad, casi cayéndome y desayuné para salir por la puerta. Sarah me esperaba fuera, le pillaba de camino para ir a la playa.

— Te sienta bien el rojo — me dijo sonriéndo.
— Creo que es mi color — sonreí.

Hablamos un poco sobre nosotras, me contó lo bien que le iba con John B.
Le dije de que deberíamos quedar los pogues con ella y le pareció una idea fantástica.
Después llegando a la playa me preguntó sobre Rafe, eso hizo que me pusiera nerviosa al instante.

— Y bueno... ¿con mi hermano...? — preguntó.
— ¿A que te refieres? — dije confundida.
— Me refiero, a que pasa con él. Te gusta de verdad, vamos cuéntame — insistió.
— Podría ser... La verdad es que me encanta pasar tiempo con él. Y después de que me besara fue como un antes y una después... No lo sé — dije.
— ¿ESPERA QUE? ¿Mi hermano te beso? — dijo sorprendida.
— ¿Se te hace raro no? — reí.
— No a ver, no me quiero imaginar a mi hermano besando a nadie. Pero me parece muy fuerte la verdad — respondió.
— ¿Crees que le gusto? — pregunté.
— ¿Gustarle tu a Rafe? ¡Pues claro que si! ¿No es obvio? — río.
— A ver, no del todo. Todavía no me ha confesado nada... — dije.
— No se a que espera... No para de hablar de ti — soltó.
— ¿En-en serio? — pregunté nerviosa.
— En serio. Alice yo creo que te está enamorando — afirmó.
— No creo, tanto como eso no — dije.
— No seas mentirosa — río.

Nos reímos las dos y llegamos a la playa. Recibí un mensaje de Rafe después.
Decía de vernos esta tarde en su casa. Le dije que perfecto, al parecer tenía algo importante que decirme. ¿Será que me confesará algo...?

RAFE CAMERON;
Llegué a la playa y entré en la cafetería. Top estaba sentado en la mesa del fondo señalando su reloj de manera sarcástica, indicando que llegaba tarde.

— ¿Que son estas horas tío? — dijo él.
— Perdona... me dormí — dije sin ganas.
— Mira, ahí está tu novia con tu hermana. Parece que ya trabaja como socorrista — explicó Top.
— No es mi novia — afirmé.
— Pero te gustaría que lo fuera ¿O me equivoco? — soltó.
— Te equivocas totalmente — reí.
— Mira esa risa, no te lo crees ni tú — sonrió.
— Por cierto, tengo que hablarte de algo. Es sobre mi padre — susurré.
— Claro dime tío — respondió.
— Resulta que tengo que marcharme a las Bahamas pasado mañana por la noche, aunque solo serán dos días — expliqué a mi amigo.
— ¿Y me dejas solo? Ya te vale tio — dijo irónicamente.
— Te puedes valer por ti mismo sin mi, además es mi oportunidad para que mi padre confíe en mi — expliqué mirándolo.
— ¿Se lo has dicho a Alice? ¿O a tu hermana aunque sea? — preguntó.
— Se lo pensaba contar esta tarde a Alice, mi hermana mejor que no se entere — contesté.

Pedimos y tomamos un batido mientras seguíamos hablando. Vi como a lo lejos alguien me saludaba, levante la vista y era ella desde la playa, moviendo el brazo de un lado a otro. La saludé con un gesto.

— Disimula un poco ¿no? — dijo mi amigo.
— Cállate Top — solté.
— Mi amigo enamorado que bonito — sonrió.
— Tu sigues enamorado de mi hermana, que pasa de ti, así que cállate — contraataqué.
— Uhhh... golpe bajo — río.

Lo ignoré y seguí mirando a Alice y a mi hermana desde la mesa.
Leí sus mensajes y le respondí. Le contaría todo esta tarde. Por lo menos lo de mi padre...