《 Cap 7: Instintos 》

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Oh verdad, bendita verdad.
Tu que sometes arduamente a todos y cada uno. Aquellos con corazones malos les haces perecer, y a los de bondad les alegras el ser. Te metes entre las costillas y estrujar el alma hasta no mas poder, tu que precensias las mentiras vanas y filosas, tu que haces crecer glória entre los que te profesan. Miraste en el y también en ella, ella marchó libre, poderosa y virtuosa, y el; sosegado, moribundo y con el corazón dañado...

Ella caminaba desplazándose por y en los prados y este la seguía, con mirada o pasos. No le importaba ni su propia vida, solo ella. Incluso su respiración se agotaba acuando los labios de ella le invitaban a conocercerlos, cuando su mirada se atravesaba con la suya o cuando sus pieles descubiertas se mezclaban. Cuando había unión entre el nacimiento de la medianoche. Sus manos se conectaban y sus rostros profesaban todo lo de sus almas.

Los días con nubes pesadas y prados llenos iban llegando a su fin. Pues la verdad deznuda se hizo presente y deztroso sin piedades todo a su paso, dejando a la juventud perecer, a las ahora viudas llorar, a los hombres clamar por sus vidas y a los ancianos desmayar.

El amor, había acabado.

Ese día llovió como nunca ojos habian precensiado. Dos amantes; Un hombre y una mujer unidos en batalla y no como aliados, sino como adversários, Ojos flameaban y otros brillaban como estrellas, uno portaba arco de flechas y la otra una espada, luchando en aquel prado que les vio en el pasado amarce hasta el amanecer, ahí donde habia prosperado la vida, ahora prosperava la muerte.

A veces la verdad no era buena exclamarla o pedirla, se te podía salir de las manos todo hecho y situación que no tenía pensado perder.

Esos dias muchos creyeron que veían dioses ese dia, otros guerreros, pero lo que no veían, es que era dos amantes que ahora se habían vuelto en contra el uno del otro.

La gente huía a los bosques, otros tomaban sus familias en botes, mientras el del arco trataba de darles tiempo. El cielo rugia ante este suceso. El reino del sentimiento contemplaba todo aquello, pero no podían oponerse ni pelear, no era el asunto de ellos, así que permanecían observando desde sus tronos.

La cruda verdad había tomado y creado lo que no se esperaba al haberse profesado ella misma. Habían quedado pocos humanos en el sector después de ese suceso, pero, en el centro de todo, solo había quedado un ser, con su corazón inquieto y otro sobre sus brazos, que poseía sus sangre expuesta a la luz de un atardecer que se creaba a la lluvia cesar. Sus ojos empapados en lágrimas, sus brazos abrazaban aquel cuerpo que perdia cada vez su aliento de vida.

Llego a su reino con sus manos sucias, sangre y lodos contenían hasta en sus uñas. Había puesto en santo descanso aquel cuerpo, sobre un olivo donde su primer beso tuvo lugar, ahí despidió sueños y esperanzas, para nunca más volver a poner pensamiento en ellas.

Cuando a su reino llegó, con su vos de mando, ordenó a sus ayudantes quemar rastros de todo lo que hablaré sobre el tema, sobre el compañero y nemesis de su propio ser. Había mandado a que nada quedase entre el sufrimiento de su alma, pero, aunque sus palabras eran ley, hubo una que desovedecio a esto, guardándose para ella todo relato acerca del anti cupido que en el futuro compartiría con uno al qué ello le llegaría a cambiar su vida, para siempre...

Mientras todo era quemado, menos lo ocultado, Cupido lloraba en sus aposentos sin cesar, incluso yendo a vómitar, ahora que tenía más naturaleza humana en el, podía sentir el dolor por el cual ellos atravesaban, podía sentir en la venas y la cruda carne el dolor, dolor de la pérdida más grande que tuvo e iba a tener en su vida, porqué podría llegar a eliminar el sentimiento con la pureza del creador, pero, se resigno a ello, quería espiar en sí mismo el camino que había tomado, así que decidio quedarse así derecho junto con su dolor y eliminar poco de él con el tiempo que le quedaba de vida, y conforme a esto, fue nombrado...el Cupido más humano, hasta la modernidad, donde se veía que uno podría llegar a tomarle el título.

•⊰ 𝐋𝐚 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫 𝐲 𝐜𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 ⊱•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora