•⊰ 𝐋𝐚 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫 𝐲 𝐜𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 ⊱•

《 Cap 12: Para mi 》

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Me observe al espejo y mire rechazo, rechazo para todo lo que era. Yo caminaba sola por la banquetas y miraba a mis zapatos, me preguntaba tantas cosas que no se me contestaría...talvez yo solo estaba aloca o enferma, así creyendo eso me iba a mi cama, hasta que .e di por vencida hacía esa observación de mi misma. Llegaba a casa y ayudaba a mi mamá, y cuando nació mis hermano toda la atención fue para el, aún así yo aprendí a vivir con eso, yo ayudaba con la limpieza y a cocinar junto a mi madre, pero la sentía tan lejana.

Me encerraba en mi habitación y caí rendida ante el llanto, no sabía porque todo era tan extraño y esos recuerdos me estaban volviendo loca, yo sabía que eran recuerdo, eran visiones pasadas, pero no podía afro tareas y solo aceptando es que estuve en paz, la vida no era fácil, resultó que yo tenia imperatividad y me resultaba estresante encontrar amigos, se alejaban por ser extraña y hasta miedo les daba, aún así no me rendía. Un día me sente en un parte del jardín de mi mamá, y le pregunté a las plantas el porqué yo era eso, porqué yo era tan diferente. Obviamente no hubo respuestas, pero el viento me abrazó esa tarde de primavera, casi verano.

Los años pasaban lentos y yo cambiaba con ellos, siempre me sentía observada desde cierta edad y la verdad era cansado...talvez era un ser oscuro o aquel de mis recuerdo. Mire al frente y borre aquel pensamiento.

Las idas al colegio siempre me paresia lo mejor, amaba las clases de ciencias y biología, amaba tener que hacer experimentos y ayudar al profesor porque a pesar de ser como era, yo tenía mucha capacidad y me llaman dotada, aún así nunca fui a una escuela para dotados porque se olvidaban de mi, así como mi mamá olvidaba ir a recogerme de clases, por eso normalmente iba caminando sola, pero tenia la suerte que solo recorría un kilómetros para llegar.

Cuando cumplí doce, mi madre me compró una bicicleta, con esta pude hacer mis viajes más rápidos y también podía ir a cualquier lado, no me detenía, sie.pre quería ir a mis lugares preferidos, como el museo o a un parque natural de la zona.

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Mi hermano había crecido y se había puesto muy lindo, con sus cachetes rosados y sus ojos verdes, era todo un traviesos caus problemas, el me ayudaba a sentirme bien cuando estaba triste y me decía que era su favorita, así fue hasta que cumplió dies años y dejó de decirlo y hasta empezó a ignorarme, era lo normal para mí.

A veces salía a la cafetería y me quedaba horas ahí, haciendo tareas o tratando de olvidar mi soledad, algo que ocultaba muy bien, pues...a la hora de hablar con otros yo radiaba felicidad, aunque no me sintiera bien o conforme conmigo o con algo. Un día cuando yo ya estaba en la adolescencia fue que sucedió, hubo algo que en mi cambio, las personas me miraba más, me hablaban y me mencionaba, fue como si el mundo hubiese cambiado. Empecé a tener amigos e incluso un novio, que resultó ser un idiota al final, pero, tenía una amiga a la que amaba mucho y ella me llevaba de la mano a donde sea y yo hacia lo mismo con ella, salimos de fiesta con sus amigos y me deje llevar, pero una noche decidí que no quería estar así, no me agrado la idea de salir todos los días, pues me agraba mas estar leyendo de biotecnología y estudiando. Mi amiga entendió eso y se apartó de muchos, al final nos graduamos del colegio y entramos a la misma universidad, hadta ese punto.